jueves, 24 de mayo de 2007

GEOGRAFÍA Y FRACTALES

SISTEMAS FRACTALES, CAOS Y HOLISTICA
EN EL ANALISIS TERRITORIAL : LA GEOGRAFIA
Recibido 2004-09-10
Aceptado 2004-11-27
Joseba I. LUGARESARESTI
Arrain-Livingstone S. Coop Ltda. Dirección de Proyectos y Formación
C/ Cristóbal Marín 10; 3-A. 26142. Villamediana de Iregua (La Rioja)
livingstone@ctv.es
http://www.livingstone-globe.com
RESUMEN
Sistemas fractales, caos y holística en el análisis territorial: la Geografía Biodinámica. No resulta extraño que los técnicos relacionados con las Ciencias de la Tierra, el Medio Ambiente y el Espacio se acerquen con precaución a la matemática aplicada, y más aun algunos geógrafos. En el presente artículo se muestra una teoría y una práctica holística de la Geografía que considera a los modelos cuantitativos expansivos como una interpretación fractal del medio, la cual revela una lógica y un método de investigación no inductivo, cuyos resultados finales son impredecibles en el espacio y en el tiempo, y así adentrarse en algunos principios como la Teoría del Caos, enseñando que la suma de las partes no da el todo.
Palabras clave: Geografía, sistemas, fractales, modelos, holismo, biodinámica
ABSTRACT
Fractional Systems, Chaos Theory on land survey into GeoBioDynamics. The researchers who are comissioned to do studies on Earth Sciences, Environmental and Spatial concerns for this article linked on Geographers, they have adopted a special caution on apply mathematics and quantitative models. Here it is possible to show a theory and perhaps belive about the existence of holistic approaches on geography whereas, moreover, it is becoming to take account expansive mathematic assessment into fractional models, at least the earth systems are rarely involved into no-inductive-assumptions. Thus, so the considerations are nearby with Chaos Theory to adopt the lessons learned from it teaching that the addition of the parts is not the income.
Key words: Geography, systems, fractional, quantitative assessment, holistics, biodynamics
LABURPENA
Sistema Fraktalak, Kaos eta holistika lurralde antolaketan: Geografia Biodinamikoa: Ez da harritzekoa ingurugiroaren, lurralde antolamenduan eta ingurumenaren ikerlariak matematikararte bildur apur bategaz hurbiltzen direla. Hemen aztertzen den artikuluan praktika zein teori bat geografia holistikoaren ezparruetan lantzen da fraktalak hartu ezkero eta horrela erabiliz logika desberdina batek ezaugarri ez induktiboak azaltzeko, bezain azken emaitzak ezein bestekoak agertzen direlakoan, denbora eta gunearen bitartean bateratuta Kaosen Teoriaren aldera abiatzeko, han berton arakatzeko zatiaren gehiketak ez dudala inoiz ere osoa ematen.
Hitz gakoak: Geografia, sistemak, fraktala, matematikak, holistika, biodinamika
1 INTRODUCCION
El territorio en toda su complejidad enseña auténticos retos metodológicos para su estudio. Puede que sea cierto que el hecho de simplificarlo, parcelarlo y geo-referenciarlo, bien pudiera ayudar al investigador en la aplicación de ciertas técnicas como son la segregación cartográfica del territorio en GeoAmbientes o unidades ambientales que contuviesen las variables características bióticas y no bióticas a ser analizadas, pero muy generalizada mediante una serie de juicios banales descriptivos, porque de lo contrario se trataría de traducirlos a simples números. El primer resultado gráfico es el de pequeños dameros del territorio llevados al terreno del experto en cartografía, quien con utilidades SIG o sin ellas, crea una mosaico de unidades ambientales. Existe abundante literatura para la construcción de GeoSistemas utilizando técnicas como las ensayadas por Díaz de Terán et al. (1991), o quizás los más lejanos conocidos en España como los de Bertrand (1972), u otros más aplicados como los de edafología trabajados en el norte de Italia por Rodolfi et al. (1990). Todas ellas tienen en común metodologías similares realizadas en el entorno del US Survey o los del CSIRO en la tradición del análisis territorial británico de ultramar. En definitiva, se trata de utilizar diferentes herramientas de medida que muestran los resultados esperados sin ningún tipo de sesgo o el mismo se considera despreciable.
1.1 – Dos y dos podrían ser cuatro
En cualquier caso consistente en dividir lo complejo para ser estudiado y computado, pero el investigador de la Ciencias del Espacio, La Tierra y los Seres Humanos, siempre se le ha escapado lo que ha considerado inexplicable como es el orden dentro del desorden. Aun así, desde ciertos ámbitos del conocimiento conforme, no suele haber sitio para imprecisiones, pero el entorno construido es terco: números que solamente tienen divisores de 1 o por sí mismos, conocidos como números primos; la raíz cuadrada de una cifra negativa que solo puede explicarse por medio de números imaginarios (complejos); otros guarismos basados en geometrías que dan como resultado unidades irracionales como sucesiones como la de Fibonacci; Teoría del Caos; la realidad estadística observada y representable en funciones no lineales dotadas de una geometría espiral; la existencia de distorsiones cartográficas e imposibilidades para la transmisión exacta de una superficie curva a un plano; sistemas biodinámicos que precisan explicaciones universales, así como otras muchas magnitudes recogidas por el ser humano en su preocupación por el cálculo exacto, por la búsqueda del último principio o epísteme para comprender el Cosmos en cifras, asumiendo el principio lógico de la contradicción de los resultados matemáticos que en definitiva es demostrar la inexactitud de una ciencia admitida como infalible.
Durante los últimos tiempos los fractales han entusiasmado a muchos profesionales, aficionados y docentes. Se han comprendido mejor o peor dependiendo de la plasmación real de la teoría: formas orgánicas o rítmicas en la naturaleza, las redes de comunicaciones vistas desde el aire, los canales de Marte, los circuitos de una computadora. En cualquier caso muestran morfologías que identifican lo fractal e incluso el redescubrimiento del número áureo en la naturaleza. Neopitagorismo de la realidad no única y del Caos de las Leyes Físicas que rigen los procesos bióticos y no bióticos, así como asumir la secular conflictividad en el método científico entre el conocimiento inductivo y deductivo.
1.2- Los fractales y el caos en Geografía.
La teoría de fractales es atractiva porque explica sistemas caóticos al lado de la matemática inductiva tradicional, que intenta clasificar los objetos por sus cualidades significativas y por sus atributos que permanecen inalterados ante unas determinadas condiciones. Sin embargo, la realidad física de la materia muestra que ni las condiciones, ni los resultados fruto de un proceso de origen biótico o no biótico pueden basarse en principios empíricos de inducción completa. La Teoría General de Sistemas en Geografía reivindica conceptos como entropía, equilibrio, organicismo, pero en muy pocas ocasiones manifiesta y admite lo no preciso, no por torpeza en el uso de la matemática, sino por no reconocer que en la naturaleza los estocásticos y las jerarquías bien pudieran funcionar al margen de la lógica inductiva. A veces es una mezcla de todo ello sujeto a las mismas leyes físicas que rigen el Universo, una especie de caos ordenado al entendimiento humano. Son los modelos fractales, los cuales en tanto que forman sistemas con un funcionamiento interno expansivo, dependen enormemente de las condiciones iniciales y por definición son caóticos: una ligera variación de esas condiciones de partida, modifica todos los resultados esperados. Esto ya lo estudió Lorenz en la atmósfera y fue recogido en un sistema de ecuaciones. Esta parte es incomprendida por la mayor parte de los investigadores que no admiten la Teoría del Caos en sus experimentos. Por ello, por ejemplo, un geomorfólogo que estudiara procesos actuales en el litoral, establece con mucha facilidad una relación causa/efecto (proceso/forma) y de esta manera interpreta las morfologías rítmicas de playa como son las cúspides (beach cusps), que en sí mismas constituyen una geometría fractal, como consecuencia hidrodinámica de un oleaje en concreto (edge wave u oleaje de resonancia). La necesidad de convertirlo en matemática geofísica, primero reconoce la forma y después trabaja con un modelo cuantitativo que confirme la hipótesis inductiva sin tener en cuenta que en muchas ocasiones tiene como resultado una aproximación a un numero irracional o una sucesión similar a la de Fibonacci. Las morfologías entrarían en el campo de estudio de la geometría fractal y el cálculo numérico pertenecería al álgebra fractal.
En cualquier caso la matemática geográfica en sí misma es una utilidad prospectiva ajustable a sus propias áreas de conocimiento (fractalidad docente), es decir, la división universitaria de la Geografía: los Sistemas Físicos y los SocioSistemas que son analizados en Geografía Humana. De ahí que la mayoría de los manuales disponibles en el mercado que utilizan métodos de cuantificación, como el ya clásico de Chamussi et al. (1980), siempre versan sobre lo mismo: estadística para geógrafos, cuando al fin y al cabo se trata de procedimientos aleatorios utilizables en cualquier otra ciencia, si bien desde la parcelación de la materia, las pautas de esos libros universitarios parece que siempre van orientadas a la Geografía Humana. En ocasiones suele ser de esa manera, pero olvidan el conflicto entre inducción/deducción y realidad fractal. Por ejemplo, los ciclos estudiados en Geografía Económica, junto al hecho de comprobar su influencia en el mundo actual como son las oscilaciones de los precios de la energía, los tipos de interés del dinero, crisis industriales, movimientos expansivos de la producción, localización/deslocalización de actividades, estudios de la población......Se trata de fenómenos explicables a través del conocimiento fractal de los mercados de bienes y capitales utilizando instrumentos de análisis como son las Ondas de Elliot y el modelo teórico descrito por Kondratieff, que revelan la presencia de un caos ordenado por puro azar o por las series de actividad estudiadas en Biodinámica aplicada.
1.3 – De la Teoría del Caos al Holismo
Parece ser que las metodologías holísticas, tal y como las plantean algunos geógrafos como Hood et. al (1992), señalan que ningún sistema es unitario en cuanto a sus variables características o componentes, y que además éstas mutan en el espacio y en el tiempo al margen de las actuaciones humanas. Luego, se hace comprensible que los resultados esperados sean totalmente diferentes a causa de un pequeño cambio en las condiciones iniciales. Los procedimientos teóricos aplicados en el cálculo de pérdidas materiales a causa de los procesos naturales y su repercusión sobre los SocioSistemas (impacto económico-social de los peligros naturales y tecnológicos), tendrían este defecto que ya fue descrito por Lugaresaresti (1996,1997) como feedback en el sistema. Por ello, es entendible que, según las aproximaciones inductivas, tienen un orden interno no caótico y que además tienden al equilibrio, es decir, justamente lo contrario a un comportamiento BioDinámico que es expansivo al infinito respondiendo a fuerzas cósmicas habitualmente no investigadas en el análisis territorial.
2- SISTEMAS CAOTICOS EN LOS ESTUDIOS GEOGRAFICOS
Las aproximaciones holísticas precisarían del diseño de unidades ambientales que contuviesen los atributos para definir variables características posteriormente representables en un mapa. Entonces, desde la configuración trabada (jerarquizada) de esos valores, podrían diferenciarse sistemas: morfodinámicos, socio-culturales, agrosistemas, Urbanos (de ciudades)..White et al. (1992) los define como conjuntos en los que existen intercambios energéticos motivados por los procesos de transformación de la materia que se dan en el Planeta Tierra. Dicho de otra manera, y desde una postura uniformista, los sistemas naturales, los geológicos, morfosistemas, pueden funcionar con intercambios energéticos internos al margen de la existencia humana. Bastaría el Sol como motor de todo lo demás. Ahora bien, un sistema urbano no surge de la nada ya que es resultado del proceso de aculturación, y por tanto es un hecho que forma parte del consciente de la Humanidad. Antroposistemas que tienden a comportarse de una manera orgánica y una de sus propiedades es que son dinámicos a partir de sus atributos, de los componentes que tienen las variables características que definen primero unidades y finalmente ambientes relacionados entre sí.
2.1 – Predicción del Caos: Ecuaciones de Lorenz.
El meteorólogo Edward Lorenz, en 1963 investiga cómo predecir el tiempo introduciendo unas pocas variables. Para ello parte de tres ecuaciones bien definidas y así, conociendo las condiciones iniciales de un sistema como el atmosférico, las probabilidades de acierto son muy altas. Ahora bien, las diferentes capas de la atmósfera responden a modelos caóticos y es prácticamente imposible conocer cuáles van a ser las condiciones iniciales, aunque en todos los modelos matemáticos se admiten sesgos en alguna de las variables que los componen que finalmente causan la divergencia de lo resultados.
1
2
3
δx/δt= d (y-x)
δy/δt= rx-y-xz
δq/δt = xy-bz
En principio fue diseñado para el estudio del movimiento celular del aire y su distribución por las capas altas de la atmósfera. Lorenz observó que no le encajaban los números puesto que las trayectorias celulares (Sistema de Hadley), ni empezaban ni acababan en un punto geográfico concreto de la atmósfera, y que los reflejos de superficie también eran incongruentes. Un hecho que se pasa por alto, no se tiene en cuenta o se prescinde cuando se aplican modelos utilizados en geofísica.
Las tres ecuaciones corresponden con funciones no lineales en espiral para tres variables x, y, z que diagnostican el estado del Sistema; donde, , r, b y d son parámetros; y t es constante.
2.2 – Topología fractal
La medición de las formas fractales (análisis topológico) necesita operar con nuevos conceptos ya que estaría compuesta por elementos cada vez más pequeños como lo demuestra la sucesión de Fibonacci .
1,1,2,3,5,8,13,21,34
Cada número a partir del tres se consigue sumando los que le preceden y las razones entre dos intervalos de la sucesión tienden al número áureo 1,61803..............
Se trata de una serie de cifras que aparecen en la naturaleza con una simple observación: los ordenes de intersección de los nervios de una hoja, las escamas de un pez, los troncos y tallos de una planta, una red hidrográfica vista desde el aire o cartografiada en un mapa, la tela de una araña, las intersecciones visibles en los élitros de un insecto.
2.2.1 – Topología de una red hidrográfica (Método Strahler-Horton).
La geomorfología no se sustrae a las series de Fibonacci ni a la geometría fractal. Para medir la geometría (fractal) de una cuenca fluvial Strahler (1977) aplica una herramienta cuantitativa que ponía en relación los talweg de los cauces respecto a sus líneas divisorias. Básicamente se trata de obtener propiedades lineales en un sistema fluvial, adjudicando una jerarquía de ordenes a los segmentos fluviales exactamente igual que podría hacerse con las ramas de un árbol.
2.2.2 – Fluviogeomorfología marciana
Gardner (1987) cita a Webb quien revisaba las hipótesis de Lowell respecto a los canales de Marte, quien estableció una red semejante a la de Strahler sobre las cartografías conocidas del Planeta Rojo a finales de los años 60 del siglo pasado. Las observaciones topológicas arrojaron los siguientes datos: un 43% de las intersecciones tenían orden 4. Por el contrario, en otro tipo de mallas como son las retracciones del barro seco, las de la porcelana tras ser esmaltada, los talweg de los ríos, etc, mostraban una predominancia de 3.
Fig. 1. Imágenes de una porción del Planeta Marte. Fuente NASA. No disponible en versión internet
En las sendas trazadas en el suelo por las hormigas, las intersecciones en una tela de araña, las ramas de un árbol, los ordenes constatados fueron 4. A partir de estas comprobaciones topológicas Lowell interpretó que los canales del planeta marciano habían sido construidos siguiendo patrones bióticos.
Actualmente las sondas han constatado que el Planeta Vecino aparece sometido a un intenso efecto invernadero y según los indicios, parece ser que hubo agua sobre su superficie y como demuestran las fotografías de la NASA (Fig 1) aparecen algunos barrancos que se asemejan a los observados en los desiertos terrestres.
2.3 – Oleajes caóticos y geomorfología fractal del litoral.
Docampo&González de Bikuña (1992) en un estudio sobre geometría fractal del litoral del País Vasco parten de un hecho básico que justifica la utilización de estos métodos y que pueden tomar los siguientes accesos.
A- Observar la geometría fractal (de un sector litoral) y aplicar los modelos matemáticos que convengan
B- Introducirse directamente en las matemática lineal y no lineales (caóticos)
Los sistemas hidrodinámicos son citados como clima marítimo, término traducido de la literatura especializada como puede leerse en la documentación suministrada a la Autoridad Portuaria de Bilbao por el Danish Hydraulic Institute (1986), así como las definiciones y parámetros utilizados por el US Army Coastal Engineering Research Center (1977), del mismo modo que las adaptaciones españolas realizadas por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes MOPT (1992), todas ellas expresan como wave climate, (clima marítimo), y se definen una serie de procesos como son los oleajes, los sistemas de corrientes litorales y los sistemas atmosféricos relacionados con las morfologías litorales y las instalaciones portuarias. En las áreas costeras, al igual que en otras partes del Planeta
Tabla 1. Modificación del modelo para cálculos extremales de oleajes utilizado por el CEDEX. Fuente E.P (2004)
existe la dificultad para conseguir ajustes perfectos al cruzarse diferentes procesos. Por ello no pueden explicarse todas las morfologías basándose exclusivamente en modelos lineales.
Un ejemplo de lo expuesto es que del mismo modo que Lorenz observó que la representación gráfica de la circulación atmosférica solamente podría explicarse con la matemática caótica, al igual que Bowen&Huntley (1984) trabajan de manera teórica en relacionar los oleajes de resonancia edge waves con ciertas morfologías de playa denominadas beach cusps (cúspides de playa). En este último se enseñan movimientos orbitales provocados por las corrientes de rompiente en Sistemas Morfodinámicos de playa, teniendo como punto de referencia que el sistema estuviera activo, en condiciones de “alta energía” momento en el que más nítidas se mostrarían las cúspides. Toda cinemática de estas características eventualmente estaría sometida a los llamados atractores en el contexto de la Teoría del Caos, y dentro del funcionamiento hidrodinámico, se debe destacar la disipación y transferencia energética estacional de los oleajes a lo largo del año, que condiciona las morfologías de los dominios sedimentarios actuales (morfologías de playa y pie de acantilado).
Por lo tanto, los oleajes condicionan procesos y las variables que intervienen en los sistemas hidrodinámicos litorales resultan infinitas y cambian sucesivamente en un intervalo temporal, por lo que los resultados esperados han de ser simplemente teóricos, basarse en observaciones visuales en un espacio temporal trabajándose con modelos deterministas denominados hindcast, o bien ser probabilísticos como se ve en la tabla 1. En cualquier caso se trata de aplicaciones de laboratorio trasladadas al medio natural (al mar), pero que en realidad, según las indicaciones dadas por otros técnicos como Lechuga (1986), el hecho de investigar formas rítmicas tipo beach cusps, va intrínsecamente relacionado con los oleajes incidentes tipo edge wave que proporcionan morfologías fractales en los sedimentos de playa. Sin embargo, se trata de un fenómeno parcialmente explicado, ya que no solamente tiene sentido la meteorología y las condiciones hidrodinámicas, sino que al mismo tiempo han de tenerse presentes las mareas y las obras portuarias.
Además, desde el punto de vista geográfico, se trata de fenómenos que afectan a masas continentales de agua e incluso a los grandes ríos. Por lo que respecta a las morfologías del litoral, resulta un hecho evidente que los soportes tradicionales de las razones de progresión/elongación de la línea de costa guardan relación con la actividad de los procesos activos que los provocan.
3- FRACTALIDAD EN LA VALORACION RIESGOS NATURALES
Cómo se puede entender el riesgo sin que existiera la amenaza y que esta a su vez redundase en pérdidas. Es la dimensión fractal de los riesgos naturales: no en todo el mundo se producen las mismas pérdidas y éstas se pueden cuantificar convencionalmente, puesto que tampoco existe un criterio moral o ético que frene el principio de “tanto tiene, tanto vale”. En el cálculo de pérdidas económicas causadas por fenómenos catastróficos deben valorarse desde posiciones holísticas por doble motivo:
A- Por una razón metodológica. Pues si se desarrollasen modelos matemáticos que sirvan para la planificación, antes de que se produzca el evento el cálculo es de tipo especulativo, discreto y deductivo, aunque se base en observaciones cuantitativas históricas. Además, tras producirse el fenómeno, en las sociedades EuroNorteamericanas, se piden reparaciones que entran bajo el concepto de medidas estructurales y no estructurales que reduzcan la amenaza en el futuro, significando inversiones y obras públicas que, difícilmente pueden mitigar el proceso o eliminar la vulnerabilidad, por lo que en un sistema de procesos naturales desatados es proporcional a una exposición en incremento que se denomina vulnerabilidad. Desde un punto de vista cuantitativo, se hablaría de métodos discretos para el cálculo de pérdidas (Riesgo Inducido, Impacto Económico de las amenazas naturales o de otro tipo....), formando parte de la matemática caótica o fractal.
B- Por una razón pedagógica/didáctica/docente propia del cómo los geógrafos tradicionales explican los riesgos naturales en los departamentos universitarios en los que no pocos profesores denominan riesgo al proceso que lo provoca sin tener en cuenta que este puede resultar peligroso o neutro en función de lo que amenace.
Basándose en aproximaciones no estocásticas, el riesgo natural se definiría como pérdida ante una amenaza (proceso natural potencialmente destructivo) sobre el patrimonio expuesto. Quizás pudieran incluirse dentro de esta valoración los componentes del paisaje siempre que tuvieran aprovechamiento social o mercantil. Al margen de esas consideraciones no se computarían las pérdidas, ni resultaría aplicable el concepto de riesgo ya que se trataría del devenir de la propia naturaleza y el reciclado de la corteza terrestre al igual que sucede en los planetas de masa sólida del sistema solar.
3.1 – Metodología
Existen varias maneras de valorar los riesgos naturales (ver tabla 2), pero en tanto que en la modalidades de cálculo se introducen variables que ponen en relación proceso
Tabla 2. Modelo práctico para el cálculo de pérdidas provocadas por los procesos naturales.
Fuente: E.P (1996,1997)
con la recurrencia del mismo y las pérdidas económicas utilizando procedimientos cuantitativos que siguen los siguientes pasos:
1º- Una descripción sobre el territorio de los procesos naturales potencialmente catastróficos que han de identificarse teniendo en cuenta la probabilidad de suceso en el espacio y en el tiempo, por lo que en tanto que constituyen sucesión, su ausencia/presencia no depende de las condiciones momentáneas en las que se realizase el experimento.
2º- Identificar sucesos catastróficos recurrentes que afecten al patrimonio humano susceptible de ser dañado. Se le da sentido de amenaza a aquel suceso que se sabe con seguridad que en el pasado ha producido daños a las personas, sus propiedades o cualquier tipo de patrimonio sobre el que se ponderaron pérdidas económicas.
3º- Valorar en unidades económicas/año todo el patrimonio dañable para alguno de los procesos catastróficos jerarquizados. Se efectúa según los criterios del mercado.
4º- Establecer un promedio de pérdidas por cada uno de los procesos sobre los bienes valorados en 0/1 (tantos por uno).
5º- Que el factor de pérdida económica total es el sumatorio resultante de las pérdidas iniciales más el del riesgo inducido proveniente de aquellas medidas adoptadas en la reducción directa de la catástrofe ( estructurales y financieras), como aquellas destinadas a paliar efectos en el futuro desde el momento en que los fenómenos se saben que son recurrentes y que existe una vulnerabilidad ante los mismos.
La naturaleza de la información recogida en el campo varía en función del tipo de Sistema Natural que se trate y de esta manera se apunta la recurrencia exacta del proceso. Los movimientos de ladera son difíciles de predecir, aunque se ensayaron aproximaciones como las de Flageollet (1994) en el contexto del Proyecto EPOCH; mientras que para los litorales (oleajes, sistemas de corrientes,...), existe información sobre clima marítimo que recogen datos basados en procedimientos “de tipo visual” para establecer cálculos extremales.
6º - Que la medidas adoptadas, sean estructurales o no estructurales pueden limitar los efectos de la amenaza en sí misma, pero en la medida en que se precisen infinitas actuaciones, el Impacto Económico del fenómeno en sí también tenderá a infinito, al no ser que se den dos condiciones imposibles:
A- Que el peligro natural desaparezca
B- Que no exista patrimonio dañable
Y que se verifica a partir de lo expuesto en la tabla 2:
[AR] Indice de Impacto Económico sobre una base de actuaciones finitas estructurales y no estructural. [E] Valor total de todos lo bienes amenazados por el conjunto de procesos potencialmente peligrosos. [IHA] Indice de Impacto Económico acumulado. Nivel de desagregación PIB provincial/año en el que se efectúa la valoración [IIE] Impactos Económicos Globales.
AR = ( k + h ) / E
Si h → 1 Impacto discreto y limitado sobre PIB
IHA =(k +h) / Ψ
Si h → ∞ Impacto Económico Ilimitado sobre PIB
Donde IIE = AR /IHA

Las aplicaciones cuantitativas en la valoración de Riesgos Naturales del mismo modo que todo tipo de instrumentos matemáticos aplicados al territorio están dotados de limitaciones externas a las propias herramientas de cálculo, y aun más cuando las estimaciones de perdidas se basan en indicadores monetarios. Hood et al. (1992) ensayaron algunas de estas en el Sur de Londres a partir de datos de mercado que denominaron QRA (Quantitative Risk Assessment). De todos modos, a efectos de una planificación posterior siempre es más recomendable tener índices económicos que otros de tipo cualitativo basados en emociones: “poco, nada, bastante”.
4 – ANALISIS DE LOS INSTRUMENTOS PARA LA ORDENACION DEL TERRITORIO DESDE LA TEORIA FRACTAL
El ser humano es psíquico en sus actitudes y se acopla a los ciclos impuestos por fuerzas internas y externas que no domina; como son los mercados, que están regulados por la oferta y la demanda, y responden a patrones emocionales más o menos estudiados durante el siglo pasado. El territorio en tanto que depende de ese desarrollo económico y de las actitudes que tienen como reflejo y consecuencia dicha actividad, que otro tipo de seres en este planeta no han desarrollado, tiene como consecuencia una estructuración racional del espacio propio que se materializa en el sentido de la territorialidad. Impulso psicológico plasmado en muchas secuencias de los humanos como es la propiedad y la ordenación del hábitat que con el tiempo se citará como civilización y urbanismo. Por este motivo, los criterios de ordenación, la planificación de las infraestructuras de todo tipo, los límites administrativos (fronteras), entrarían en el terreno de la fractalidad social, política, y económica. Es decir, intereses por los que no se rige la Naturaleza, si bien la Humanidad precisa obtener lo esencial del medio natural para tener éxito vital a partir de los tres elementos esenciales aire, agua y suelo, más el catalizador fuego. Soportes vitales que en mucha bibliografía aparecen erróneamente citados como recursos naturales. Ellos son necesarios para la vida y sobre los mismos se ejecuta la acción de planificación. Así, no se puede hablar de un único modelo territorial, sino de tantos como hábitats en los que hubiera enraizado y sociosistemas que hubiera desarrollado. La base del éxito ecológico de las razas humanas es su inteligencia y el modo de plasmarla sobre el territorio se denominará urbanismo.
4.1 – Organicismo fractal: NTM de la Comunidad Autónoma del País Vasco
El documento dirigido por Arto et al. (2002) para el Gobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco, utilizando modelos territoriales investigados en Alemania, propone el Análisis de Flujo de Materiales AFM que en definitiva “ se trata de contabilizar todos los recursos naturales extraídos del medio ambiente para proporcionar materiales y absorber residuos”. Para este objetivo es necesario calcular la NTM (Necesidad Total de Materiales) como se recoge en la siguiente expresión:
NTM = IMD + FO =[(IMD(doméstico) + FO (domésticos) ] / NTM (domésticos) + [(IMD (exterior) + FO(exterior)] / NTM (exteriores)
Constituye un modelo Input/Output territorial abundantemente ensayado en Teoría General de Sistemas, habida cuenta que los flujos de entrada no son aprovechados plenamente y de que los mismos son necesarios para el desenvolvimiento económico y en consecuencia también para el desarrollo de un territorio. Bajo este principio se pueden realizar todo tipo de estrategias de ordenación, las cuales como se han mencionado con anterioridad, pertenecen al territorio de las decisiones sociales, por lo que entran en el terreno de lo emocional y no de lo exacto (inductivo). Por ello, cualquier intento de cuantificación debería fundamentarse en el cálculo de la matemática caótica/fractal.
INPUT = Input Material Directo (IMD per cápita)
↓ ↓
PRODUCTIVIDAD MATERIAL
DIRECTA (PIB % IMD)

IMD + FO = NECESIDAD TOTAL DE MATERIALES NTM ACTUAL

INTENSIDAD MATERIAL DE LA ECONOMIA (NTM per cápita)
Este tipo de análisis describe los intercambios energéticos que se dan en los Sociosistemas: los INPUTS respecto a los OUTPUTs, a lo largo de un proceso en el que se identifican Flujos Ocultos que no pueden ser cuantificados convencionalmente. La metodología describe que todos los datos procedentes de la erosión artificial (movimiento de escombros), como de la natural presente en el fondo de los pantanos y los estuarios, ha de considerarse FO (Flujo Oculto). Indirectamente se está mostrando el concepto de huella ecológica, es decir, depósitos, morfologías, consumos de energía dentro del sistema social que se describen multivariables y caóticos en cuanto su complejidad matemática. Estos Sistemas también son fractales.
4.2 – Ordenación Fractal del Territorio: síntesis normativa en el País Vasco.
El modelo de planificación de la CAV está principalmente basado en la Ley de Ordenación del Territorio del País Vasco, 4/1990 de 31 de mayo, recibida por transferencia estatutaria desde el Gobierno Central. Se legislan figuras de planificación como son las DOT (Directrices de Ordenación Territorial), las cuales se superponen al planeamiento preexistente fundamentado en las Normas Subsidiarias y Planes Generales de Ordenación Urbana. Las nuevas regulaciones urbanísticas apoyarían el diseño de Sistemas secundarios denominados áreas funcionales y cada una de ellas deberían contener su correspondiente Plan Territorial Parcial (PTP), sin perjuicio del cumplimiento de otras figuras jurídicas emanadas de las diferentes y caóticas Leyes del Estado en las que arraiga el planeamiento municipal y los PGOU (Planes Generales de Ordenación Urbana). De esta forma las DOT, los PTP´s , e incluso el Planeamiento Sectorial de la CAV “flotarían” sobre la ordenación existente de la siguiente manera:
A- Planes Territoriales Parciales provenientes de las Areas Funcionales enunciadas en las DOT.
B- El planeamiento municipal especial y parcial municipal, implementados a partir de las Normas Subsidiarias y los Planes Generales de Ordenación Urbana. Cualquier actuación urbanístico-administrativa en esta escala de planificación debe ser muy transparente en cuanto a regulación de usos por lo establecido en la Ley 6/1998 de 13 de abril sobre régimen del suelo y valoraciones, de obligada aplicación en los municipios del Estado español.
C- PTS (Planeamiento Territorial Sectorial) que excede las áreas funcionales establecidas en los PTP´s emanados de las DOT del País Vasco, pero que jurídica y normativamente dependen de esta Administración.
D- Las Normas de Ordenación del Territorio en el ámbito de la Unión Europea, como sucede con el ESDP (European Spatial Development Perspective) que hasta la fecha no es vinculante, si bien alguno de los parámetros utilizados como es el consumo de energía eléctrica, el numero de km de autopistas per capita y otros indicadores, pudieran tomarse como indicadores por parte de la Comisión Europea en el momento de repartirse los Fondos de Cohesión entre los Estados miembros.
En el caso vasco, las DOT (Directrices de Ordenación Territorial) en sí mismas inciden en los mismos criterios desarrollistas de confundir desarrollo sostenible con crecimiento de la economía sostenible. Se trata de redundar bajo los mismos criterios behabio-uniformistas del Club de Roma, expresados por Meadows et al. (1972) del incremento limitado de la economía, posteriormente suavizado por lo establecido en las Agendas 21 (ONU, 1985) y las cumbres Río y Kioto, a partir de las cuales se describen escenarios catastrofistas: hambrunas, crisis energéticas, fenómenos naturales desatados, que en cualquier caso tienen explicación a través de la Teoría del Caos.
4.3 – Ordenación Fractal (Caótica) del Territorio: Vivienda
Aunque pudiera parecerlo, ambos términos no son contradictorios. La planificación fractal, insiste mucho, quizás demasiado en la demanda de vivienda. Por lo menos así se refleja en la mayor parte de los PTP´s en cuanto a las necesidades potenciales de la misma. De esta manera varios gabinetes técnicos insisten en que la construcción de nuevas residencias va ligada a una dinámica demográfica regresiva. Así lo manifiesta el apartado correspondiente del PTP en el área funcional de Durango elaborado por el gabinete de Ezkiaga (2002). Sobre semejantes términos se manifiesta otro estudio técnico dirigido por Leira et al. (1994) en el PTP del Bilbao Metropolitano. En este informe se añade una cuestión importante, pues los edificios dotacionales para el uso comunitario y las infraestructuras asistenciales cobrarían una especial importancia al disponerse de más instalaciones de estas características sobre una población en retroceso. Es decir, que en cuanto a la vivienda se planifica y proyecta con un escenario demográfico en descenso, que implicaría un ajuste entre las futuras disponibilidades de suelo, la construcción de nuevos grupos residenciales y el precio de los apartamentos. No obstante, en este artículo se ha expresado suficientemente que el análisis fractal es multivarible y que la planificación, según las DOT del País Vasco ha tenido que efectuar PTS (Planes Territoriales Sectoriales) referidos a la vivienda los cuales eluden las siguientes situaciones:
- El precio de la vivienda en España tiene una componente fuertemente especulativa por convertirse en un activo de inversión refugio.
- Las demandas sociales no están fundamentadas ni demográficamente, ni por las posibles restricciones de usos del suelo.
- La vivienda se ha convertido en un “problema” recientemente redescubierto por los medios de comunicación, por lo que hasta cierto punto es una cuestión de imagen política y no tanto de ordenación.
- El acceso a la vivienda es un derecho fundamental colectivo reconocido en la Constitución; también lo son los individuales como el de la propiedad, el ejercicio de la libre empresa y el libre mercado. Desde el punto de vista jurídico pudieran existir litigios si las Administraciones Públicas ordenasen contra estos derechos fundamentales en materia de vivienda.
- Esta ordenación está inspirada en patrones emocionales que influyen en las decisiones del planificador y en la sociedad en la que se inscriben. Por tanto no es una cuestión pura de oferta/demanda autorregulada.
Hay que ir por partes:
4.3.1 – La bubble inmobiliaria.
En España los ciclos de la construcción en pocas ocasiones han correspondido con coyunturas similares en su entorno económico, pues los precios (de la vivienda) se comportan totalmente a la contra. Cuando los motores de la economía de la Unión Europea aminoran su crecimiento del PIB, en el Estado español éste se incrementa basando su potencial de subida en la construcción de todo tipo de infraestructuras y apartamentos. Una de las razones es la llegada de capital comunitario privado desde el reventón de otra burbuja, esta de valores bursátiles tecnológicos, y el establecimiento de un ciclo negativo de las Bolsas mundiales desde marzo de 2000. En los activos inmobiliarios la rentabilidad española asciende hasta el 21% anual respecto a ratios negativos o con menos plusvalías ofrecidos por otras inversiones en activos financieros (acciones, fondos de inversión, fondos de pensiones, participaciones que invierten en divisas, repos de renta fija, contratos de futuros sobre materias primas defensivas como el petróleo, oro, diamantes, bienes tangibles de alto valor...). Además están influidos por las tasas de interés y la relación Euro/Dólar que los convierte en inversiones de riesgo para el especulador no profesional. Resulta obvio que las grandes compañías inmobiliarias del Norte de Europa e incluso las norteamericanas participan en el accionariado de empresas españolas dedicadas a la construcción y al negocio inmobiliario. En el mercado español ha existido siempre la visión de que los bienes tangibles responden mejor cuando otros tipos de inversión orientados a la renta variable y la renta fija recortan sus precios reduciendo las ganancias acumuladas, si bien no se tiene en cuenta que la compra especulativa de vivienda por parte de particulares precisa de líneas de crédito bancario basados en la confianza de una economía estable en el plazo en el que se conceden los préstamos, junto a la necesaria liquidez en un mercado que se supone siempre alcista. Ahí nace el concepto de burbuja bien descrito por Wallerstein (1986), La Compañía de los Mares del Sur, como un hecho especulativo que desde los tiempos de Walpole en la Inglaterra de finales del S.XVIII, se explicaría que el ciclo económico regulado solamente por la oferta y la demanda no justifica en sí mismo los altos precios de un bien, si no se tiene en cuenta el afán especulativo en el que intervienen otros factores multivariables que lo convierten en algo caótico e imprevisible. Aplicando este principio a los inmuebles, estos aspectos no son recogidos en ningún apartado de los PTS ni del Planeamiento Parcial del País Vasco, como si no contemplaran (o no entendieran) el hecho de la existencia de una burbuja, no en el parque total de viviendas, sino por el exagerado número de hipotecas concedidas a particulares fueran a ocupar o no su casa recién adquirida.
Según los planteamientos de algunos analistas financieros como el caso de Benson (2004), consultado por la empresa de análisis financiero “Bloomberg”, muestra que en los EEUU los créditos hipotecarios a interés variable se conceden a largo plazo permitiendo el retorno en 50 años. Se dice que el especulador privado puede endeudarse con su dinero o con el que le presta un banco bajo el único aval que este bien tangible siempre subirá, cosa que no puede demostrar el mercado, y que los tipos de interés se mantengan razonablemente bajos, cosa que no puede garantizar la Reserva Federal. Quizás se trate de muchas componentes para ser controladas a largo plazo en un mercado que sigue tendencias y ciclos en toda su dimensión fractal.
4.3.2 – La demanda no justifica la oferta
Existe vivienda vacía citada en los diferentes estudios de planificación, si bien el hecho de que la misma esté presente en el mercado no es un delito. Es bien cierto que “no puede generarse demanda desde la oferta” según ironiza el equipo de Leira (1994) en el avance del PTP del Bilbao Metropolitano en 1994, pero la demanda tampoco justifica que los precios, según informes de Tasaciones Inmobiliarias SA, expresen una subida media (para la vivienda nueva) en el entorno del 19% para los primeros 6 meses de 2004. La patronal de la Banca y las Cajas de Ahorros están de acuerdo que en 2003 concedieron hipotecas por un montante medio de 142.000 € a 30 años de amortización por cada compra.
Una de las soluciones para acabar con el endeudamiento masivo de los adquirientes de vivienda consiste en la socialización. El Estado interviene en el mercado bonificando fiscalmente la compra, o bien subvencionándola directamente interviniendo en el mercado. Hasta el momento ninguna de las dos alternativas ha impedido que los precios se disparasen. Es la Teoría del Caos en un mercado fractal del que tampoco se libran los alquileres de apartamentos.
En otro informe publicado por la Fundación Eroski (2004) muestra que esta modalidad de ocupación no tiene éxito en España debido a que los precios se aproximan a las cuotas mensuales a devengar por un crédito un hipotecario. Además el mercado está en manos de los propietarios que son muy libres de decidir qué hacen con su casa insistiendo en el hecho de que haya vivienda vacía no constituye un delito. Con todo, no es el único factor por el hecho de que el Estado español se haya pasado de una posición de clase social media-baja a una percepción de propietarios tenedores de una hipoteca a 30 años sin movilidad profesional, sin movilidad geográfica, y un muchos casos con empleos precarios, ante una oferta escasa que encarece el parque de viviendas al contrario de lo que sucede en otros países europeos.
5- CONCLUSIONES
La dimensión fractal del espacio terrestre (Sistemas Territoriales) ha de entender sus partes y analizarlas deductivamente. La aplicación de modelos matemáticos no es otra cosa que utilizar instrumentos de medida, conteos, estadísticas para obtener unos índices. Casi nunca el investigador explica las condiciones en las que se desarrolla su experimento como son: las dimensiones del mismo, las posibles repeticiones, y otras cuestiones que le dan pánico porque no obtiene siempre los mismos resultados. En la Naturaleza sucedieron estas cosas antes de que se aplicaran fórmulas empíricas que lo único que hacen es expresar hipótesis que en su momento fueron absurdas. El estado vibrante de la materia se manifiesta de esta manera, del mismo modo que aparece en los principios termodinámicos planetarios (anticiclones, borrascas, corrientes marinas). Geofísica, Geología y Geografía, ciencias auxiliares o completas.
5.1 – Sobre el concepto de fractal.
En matemática territorial (geográfica), para hablar de fractales es necesario establecer lo que significa la dimensión topológica y su dimensión fractal, es decir, la del conjunto del espacio objeto de estudio en su geometría, y en sus aplicaciones modelizadas. Admitir cualquiera de las dos variables características dentro de un conjunto de atributos, que a su vez configuran, sistemas y ambientes.
5.2 – Sobre los Sistemas Caóticos.
Ningún Sistema Natural o Humano tiene por qué tender al equilibrio, sino expandirse hasta el infinito de madera espasmódica, imprevisible, caótica. Que lo haga más o menos deprisa dependerá de la masa crítica disponible y de los intercambios energéticos que se produjeran. Es posible que en Geografía, casi siempre los Sistemas estudiados (ciudades, morfogenéticos, geológico-estructurales, mercados), siempre hayan tenido una componente antropocéntrica, sin la cual parece que no tuvieran explicación.
5.3 – La demostración inductiva de una hipótesis deductiva.
Denominada como homeostatismo consistente en la confirmación mediante aproximaciones inductivas de una hipótesis deductiva. Se utilizan herramientas estocásticas, cálculos extremales o rítmicos, que como se ha citado con anterioridad entran en el terreno del álgebra y geometrías fractales. Muchos estudios, investigaciones y cuantificaciones de campo son realizadas bajo estos criterios.
5.4 – Geografía Holística o BioGeoDinamica
La Geografía Holística tiene en cuenta principios de la dinámica de la vida que está regulada por fuerzas cósmicas sobre las que el ser humano no domina. Parcela que, por ejemplo, no aborda la BioGeografía tradicional en tanto que muestra un enfoque inductivo: largo, ancho, alto, cantidad, y últimamente hasta un enfoque medioambiental o ecológico, respecto a los seres que pretende estudiar en el espacio. Entonces, existen otros campos de investigación como es la BioDinámica, que entiende que la tradicional división entre Medio Biótico y Medio Abiótico, no sirve para procedimientos solamente basados en una lógica inductiva. Como se ha escrito con anterioridad los hechos económicos no están al margen de esa energía cósmica que regula los ciclos de una manera que aun no se ha llegado comprender, pero que sí se ha teorizado al respecto: Ondas de Elliot, Ciclos de Kondratieff, Feg-Shui, Antroposofía, Teoría geológica uniformista sobre las catástrofes naturales, BioMeteoDinámica, BioMecánica... Nuevos enfoques para las Ciencias Geógráficas que en algún momento pudieran expresar corrientes de pensamiento catastrofistas racionales, siguiendo los patrones explicados por Bryant (1991), pero que van más allá de la racionalización y gestión del miedo, tal y como sucede con el uniformismo recurrente basado en los presuntos cambios climáticos y el inmediato agotamiento del petróleo. Esta cuestión ya fue expuesta bajo modelos de distribución caótica en Campana de Gauss por el geofísico norteamericano Hubbert (1971), posteriormente citado por Richard&Duncan (2000) cuando el barril de crudo se encontraba a 22$ USA. Muestran el Síndrome de Olduvai en el contexto de la dependencia de fuentes tradicionales de energía, al igual que la arbitrariedad de las fuerzas de la naturaleza, la explosión demográfica, del mismo modo que el surgimiento de países emergentes que demandan más petróleo desde el momento en que reciben las deslocalizaciones europeas y norteamericanas. Se describe un mundo caótico en la mejor tradición uniformista de los EE.UU, siendo una auténtica cantera para el catastrofismo de las grandes organizaciones, así como un pozo de información para economistas, geógrafos, sociólogos y analistas financieros. Resulta lógico que las disponibilidades energéticas sean abordadas bajo estos principios, pero al fin y al cabo, se trata de Sistemas caóticos al entendimiento humano desde el momento en que no son comprendidos, y cuando es de esta manera, los humanos especulan. Cuando se percibe la fractalidad del mercado en los precios de la energía, las autoridades empiezan a preocuparse del impacto social de los costes energéticos porque repercutirían en el consumo y éste incide directamente sobre el crecimiento económico, junto a otras variables micro y macroeconómicas. Bajo estas consideraciones pueden verse modelos, ajustes gráficos y otros instrumentos técnicos en la síntesis de Hohmeyer (1985) presentada ante la Comisión Europea. Aproximadamente se trata de dotarse de unos criterios abiertos para el Análisis Territorial de tal manera que ninguna hipótesis de trabajo tenga los resultados predichos de antemano.
La Naturaleza ni es buena ni es mala porque ambas cualidades son de tipo ético, porque se trata de imponer al resto de los seres atributos humanos; las hormigas no han sido capaces de desarrollar una sociedad civilizada; la diferencia que existe entre un gato doméstico y otro salvaje no refleja tanto el status ecológico de ambos animales, sino en la devolución de los cuidados con un suave ronroneo del primero, mientras que el felino salvaje atacaría con un zarpazo.
Los experimentos territoriales basados en principios duales enfrentados (dialécticos) tampoco serían válidos en GeoBioDinámica porque para que haya una tesis ha de producirse su antítesis bajo unas reglas del juego regidas por la voluble lógica humana, por lo que cualquier ley general sustentada en esos principios quedaría bajo presupuestos emocionales y deterministas. Ningún método de pensamiento debería olvidar que el estado condensado de la materia englobaría lo no biótico (una roca, un charco de agua, las olas, un trozo de madera en putrefacción, los cantos de una ladera, un cerro...) algo que se considera inerte y por tanto no constituye objeto de estudio “de lo vivo”. Sería un error porque confundiría nociones físicas tan elementales como peso o masa, medidas de longitud con las de volumen. Alguna de estas variables muta en el espacio; por lo tanto siempre queda una parte de la materia sometida a fuerzas externas incontrolables. Que la masa sea constante en un espacio curvo y en un tiempo determinado es teoría científica que todo geógrafo debe respetar y reinterpretar si fuera preciso. No se puede tapar el Sol con un dedo. La realidad física, el territorio y los derroteros humanos pueden ser fractales. Por qué no.
No es intención del autor clasificar el presente trabajo en ninguno de las divididas, entiéndanse fractales, áreas de la Geografía (Humana, Regional, Física...), sino investigar en la GeoBioDinámica postulando en favor de una metodología holística hecha a la dimensión del ser humano (antroposófica) en la investigación y enseñanza de la Geografía.
AGRADECIMIENTOS
A mi compañera Andrea Sáenz que comparte mi vida y discute mi escepticismo convertido en percepción caótica de las cosas y los acontecimientos, que revisa con lógica inductiva este artículo para que vea la luz pública. Mi entorno, que en los últimos 10 años en un proceso de abandono de la profesión de geógrafo, transición laboral, traiciones, desconfianza y crisis personal, ayudaron con algo más que buenas palabras. Debo gratitud a Hans-Günther Kern, lunático (amigo del astro lunar), antropósofo y profesor de Biodinámica en el Emerson College of Sussex UK, por los valiosos conocimientos impartidos de manera desinteresada durante los últimos años.
Este artículo ha sido redactado durante interminables noches de insomnio iluminadas por la Luna y nace como resultado e inquietud durante 15 años de investigación en el terreno de la Geografía en diversos centros de trabajo, cuyos esfuerzos por encontrar y comprender los fundamentos de la Teoría, fueron encadenándose en el tiempo desde la licenciatura, pasando por el doctorado, hasta llegar a una fugaz y reveladora docencia universitaria, que hoy tiene su continuidad en el ámbito de la iniciativa privada.
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viernes, 6 de abril de 2007

INSTRUCCIONES PARA LA REALIZACIÓN DE UN ENSAYO

Orientación
La argumentación sobre una obra literaria
En los ensayos sobre literatura, predominan dos tipos de redacción: la informativa y la argumentativa. La redacción informativa es como la exposición, ya que su propósito es informar o explicar. El texto informativo explora la trama de una obra y lo explica a nivel literal: «¿Qué ocurre en el cuento/drama/poema? ¿De qué se trata? ¿Quién hace qué, a quién y dónde?». Los textos informativos se limitan a comunicar datos basados en la obra. El resumen y la explicación son ejemplos de la redacción informativa. La información que se incluye en estos tipos de texto suele organizarse cronológicamente, es decir, según el orden en que se presentan los hechos en la obra.
La argumentación o persuasión pretende convencer al lector de la validez de una postura fundamental (la tesis). Para lograr esto, reconoce la existencia de otras opiniones acerca del tema para luego presentar información que las invalida y que apoya la postura del escritor. De la misma manera, un texto argumentativo acerca de un tema literario va más allá de lo literal de los hechos del texto para ofrecer la lectura o respuesta individual del escritor, más la evidencia textual que apoya esta perspectiva. En el ensayo argumentativo se exploran preguntas como: «¿Qué significa este cuento/drama/poema? ¿Por qué es importante esta obra? ¿Qué hay de interés o de original en la construcción de este texto?». La tesis de un ensayo argumentativo sobre literatura no representa la opinión personal del escritor sobre el texto (como decir «Me gustó»), sino su juicio acerca del significado e impacto de un aspecto del texto o del texto entero. El ensayo argumentativo propone una tesis y ofrece evidencia extraída del texto para defenderla.
Entre las varias estrategias o técnicas de organización que se han examinado en este libro (Composición: Proceso y síntesis), el análisis y la comparación / el contraste figuran como las más comunes en los ensayos argumentativos sobre literatura. El análisis enfoca un elemento específico del texto: la caracterización, por ejemplo, o el escenario o el narrador o algunos aspectos del lenguaje que utiliza el autor. La estrategia de comparación/contraste podría examinar varios textos de un mismo autor o bien varios textos de diferentes autores. Note que en ambos casos el escritor tiene que ir más allá de lo puramente descriptivo para explicar la relación que tiene un aspecto del texto con el texto entero. ¿Cómo contribuye este análisis a nuestra comprensión y aprecio de la obra en su totalidad?
El propósito fundamental del ensayo informativo o expositorio es comunicar información, reportar, resumir (la trama de un cuento, por ejemplo, o lo que han dicho otros acerca del texto) o explicar (detalles acerca del autor o del período durante el cual se escribió el texto o del género en sí). Por otro lado, el escritor del ensayo argumentativo o persuasivo propone establecer una postura fundamental y convencer al lector de la validez de ésta.
Para los efectos de esta clase conviene notar que si su propósito es reportar, explicar o informar, se recomienda que utilice la exposición. Sin embargo, cuando el propósito es persuadir a otro a que acepte como válida cierta postura o punto de vista–sus compañeros o su profesor, por ejemplo–, deberá recurrir a la argumentación.

Las partes principales del ensayo argumentativo
La introducción: Las necesidades del lector
El ensayo sobre literatura, al igual que el ensayo sobre cualquier tema, tiene que tomar en cuenta las necesidades del lector. ¿Qué sabe éste ya acerca del texto, del escritor o de las cuestiones que se comentarán en el ensayo? Es probable que la mayoría de los ensayos que Ud. escribe examine obras que Ud. habrá leído como requisito de una clase; por lo tanto, en este caso su lector será su profesor(a) o sus compañeros de clase. Aunque lo normal es que ellos también conozcan la obra, por lo general se considera buena idea recordarles los elementos más significativos del texto. Hay dos técnicas para hacer esto. Una de ellas es comenzar su ensayo con un breve resumen de la obra (de un párrafo solamente). De esta manera Ud. le recuerda al lector los sucesos importantes de la obra; al mismo tiempo, el limitarse a un solo párrafo ayuda a controlar la tendencia de ponerse a contar los detalles detenidamente. Un párrafo de resumen de este tipo podría empezar de la siguiente manera: «El cuento/drama/poema _____ se trata de...». Después se podría identificar al protagonista de la obra y repasar brevemente los sucesos significativos. Después del resumen viene la presentación de la tesis. La otra técnica para traer a la memoria del lector la trama de la obra es comenzar el ensayo con la tesis y luego ir entretejiendo los sucesos importantes en la presentación de la evidencia.
La tesis
La tesis presenta la postura fundamental que el ensayo va a desarrollar y defender. La tesis es una afirmación contestable acerca del texto--o sea, que se puede probar o refutar. Típicamente, la tesis incluye dos componentes: la identificación del tema y una afirmación al respecto.
Los párrafos de apoyo: La evidencia
Presentada la tesis, cada uno de los párrafos que siguen se ha de dedicar a la presentación de la evidencia textual. Una de las características principales del ensayo argumentativo, que se vio en el Capítulo 5, es que logra establecer la legitimidad de su tesis incluyendo información que la apoya, así como también opiniones contrarias. La argumentación sobre obras literarias también puede incluir opiniones contrarias. No obstante, para desarrollar la argumentación cuando se trata de literatura no es fundamental incluir opiniones contrarias; lo que sí es crítico es comunicar una afirmación específica sobre el tema (= la tesis) y luego reunir cuidadosamente suficiente evidencia textual para apoyarla.
La evidencia no siempre tiene la forma de citas directas del texto: el escritor advierte las acciones de los varios personajes, señalando las relaciones entre éstos y las repercusiones de sus decisiones. Sin embargo, es muy importante que la evidencia incluya algunas citas para así utilizar el lenguaje del texto mismo (y no el lenguaje de quien lo lee y comenta) para apoyar la tesis. Note que toda la evidencia, sea cita directa o no, se vincula directamente con las ideas afirmadas en la tesis. Toda la evidencia tiene que contribuir directamente a la defensa de la tesis.
Los párrafos de evidencia no deben parecer una simple lista de puntos, citas o comentarios sin ninguna relación entre sí. Es importante que la defensa que apoya la tesis se desarrolle sucesivamente: el argumento de cada párrafo se construye sobre el párrafo anterior y lleva lógicamente al párrafo que sigue. De hecho, al igual que un bastidor o andamio, la tesis es lo que le da solidez y coherencia al ensayo. Una vez presentada en la introducción, la tesis aparece en cada párrafo del ensayo, vinculándose con cada parte de la evidencia textual para repetirse una vez más en la conclusión del ensayo.
La conclusión
La conclusión de un ensayo sobre literatura se caracteriza por las dos funciones que realiza cualquier conclusión: recapitula la tesis y comunica algunas perspectivas o comentarios generales del escritor relacionados con la obra que se acaba de analizar. En la conclusión no se debe incluir nuevas ideas importantes--éstas deben introducirse en el cuerpo del ensayo--ni tampoco se espera que se proclame que el escrito contribuye a la comprensión de la obra de manera genial. Pero sí es posible apuntar por qué se pensó que el tema era importante o qué fue lo que intrigó al autor de la obra, o las investigaciones que todavía quedan por hacer respecto a la obra.


El proceso de escribir un ensayo argumentativo: Del texto a la tesis y a la vuelta
Las tres partes principales del ensayo argumentativo típicamente demuestran la estructura que se resume en la siguiente tabla.
Como ya se ha mencionado, la clave de redactar un buen ensayo argumentativo es formular una tesis sólida. Una vez que se ha identificado una postura que se pueda sostener con evidencia sacada del texto, el trabajo ya se puede dar por hecho; lo que queda es básicamente trabajo de organización y estilo. ¿Qué se hace para identificar una postura fundamental, pues? ¿Cómo se formula una tesis fuerte? Los siguientes procesos pueden ser útiles:
1) obtener nada más los hechos
2) ir más allá de los hechos
3) enfocar y buscar los patrones
4) formular su tesis

ESTRUCTURA TIPICA
DEL ENSAYO ARGUMENTATIVO
COMPONENTES DE LAS PARTES
DEL ENSAYO ARGUMENTATIVO


INTRODUCCION

Resumen
____ es un (cuento/drama/poema) que trata de...

Detalles de tipo quién/qué/cuándo/por qué/dónde/cómo
La tesis
Todos relacionados claramente con la tesis

Tema = afirmación contestable


EVIDENCIA

Idea de apoyo #1
Ejemplos específicos del texto; citas
Idea de apoyo #2
La defensa se desarrolla lógicamente de un párrafo a otro
Idea de apoyo #3
Todas las citas y los ejemplos han de vincularse directamente con la tesis
...Y así sucesivamente hasta completar la defensa.
Generalmente se dedica un párrafo a cada idea principal


CONCLUSION

Resumen de las ideas centrales
recapitulación de la tesis
Últimas perspectivas
ideas adicionales sobre el tema


El plan de redacción: Cómo se escribe un ensayo argumentativo sobre la literatura
PLAN DE REDACCION: LA ARGUMENTACION
1. El tema: ____________________________________________________________________________
2. La tesis que quiero defender: ___________________________________________________________
3. Mi propósito como escritor: ____________________________________________________________
¿Quién es el lector?: _____________________________________________________________
¿Cuál es su propósito al leer?: _____________________________________________________
¿Cuáles son las preguntas cuyas respuestas el lector busca en el escrito? : _________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________
4. ¿Cuáles son los detalles del texto que voy a considerar y explotar en mi ensayo?: _________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________
1. El tema
Ud. escogerá una obra literaria para leer como base de su ensayo. En la primera parte del plan de redacción, identifique la obra que seleccionó y explique brevemente el tema de la obra.
2. La tesis
Examine los datos que ha reunido acerca de la obra a través de su lectura, discusión y comentario de la misma e identifique la tesis que éstos apoyan.
Ahora complete la segunda parte del plan de redacción.
3. El propósito y el lector
Su propósito es convencer al lector de la validez de su tesis. ¿Por qué le parece a Ud. válida su postura? ¿Cuál es la reacción que quiere provocar en el lector? ¿Cuáles son los aspectos del tema que mejor puedan dar a conocer esta actitud al lector?
Identifique al lector y el propósito de éste. ¿Por qué va a leer lo que Ud. escribe? ¿Qué sabe ya acerca del tema? ¿Cuál puede ser su actitud al respecto? ¿Qué información busca? ¿Qué preguntas se va a hacer al respecto?
Ahora, complete la tercera parte del plan de redacción.
4. La organización y los detalles
Examine sus notas y escoja los detalles que mejor se presten para apoyar la tesis que Ud. ha identificado. Elimine aquéllos que no se relacionen directamente con la tesis ni contribuyan a producir el impacto que Ud. deseaba.
Decida cómo organizar el ensayo; elabore un esquema en el cual se presente la tesis y los detalles que se utilizarán para apoyarla, todo organizado de manera lógica. Busque citas directas del texto para cada punto importante.
Ahora, complete la cuarta parte del plan de redacción.

Refiriéndose a su plan con frecuencia, escriba el borrador de su ensayo.
Recuerde que para esta primera versión de su ensayo no hay que preocuparse demasiado por cuestiones de la forma, es decir, por el vocabulario ni por la gramática. Si no sabe o no recuerda una palabra o expresión en español, introduzca un comodín o escríbala en inglés y siga escribiendo. Para las siguientes versiones, sin embargo, es fundamental que revise bien su gramática, su estilo y su uso de vocabulario. Acuda a uno de los tutores del CWL si lo necesita. Comparta su ensayo con una compañera o compañero. Sirva de lector y crítico a otros mutuamente.
Técnica de una lista de control
El siguiente proceso de revisión puede aplicarse tanto al escrito de un compañero / una compañera como a su propia composición. Para utilizar este proceso, Ud. debe examinar el escrito que se propone revisar, contestando cada una de las preguntas. Formule un plan de revisión para el texto basándose en sus comentarios.
LISTA DE CONTROL PARA LA ARGUMENTACION
1. ¿Es la meta o el propósito de mi ensayo el de justificar una postura fundamental?
2. ¿Cuál es el tema del ensayo? ¿Cuál es la tesis?
3. ¿Logro comunicar y mostrar al lector la esencia de mis ideas?
4. ¿A quién le escribo? ¿Quién es mi lector y qué quiere saber éste de mi tema? ¿Qué puede saber ya al respecto?
5. ¿Qué preguntas puede hacerse el lector con respecto al tema sobre el que escribo? ¿Las he contestado todas?
6. ¿Qué impresión quiero dejar en el lector? ¿Logro establecer mi autoridad respecto al tema? ¿Es creíble mi voz?
7. ¿Qué tono he adoptado en el ensayo? ¿Es apropiado para mi propósito?
8. ¿Organizo progresivamente (es decir, de menos importante a más importante o viceversa) los datos en el ensayo?
9. ¿Qué detalles he incluido en el texto? ¿Cómo contribuye cada detalle a lograr lo que me propongo? ¿Son lógicas y válidas las relaciones (por ejemplo, causa/efecto o comparación/contraste) que quiero establecer? ¿Hay otros datos que deba tomar en cuenta?
10. ¿Hay en mi composición algún detalle que no contribuya lo suficiente a crear la impresión que quiero dejar?
11. ¿Para qué sirve la introducción? ¿Capta el interés del lector? ¿Presenta, en breve, los puntos que se van a tratar en detalle en el ensayo?
12. ¿Para qué sirve la conclusión? ¿Resume los puntos clave del ensayo? ¿Ayuda a establecer la importancia del tema?
13. ¿He utilizado un vocabulario claro y preciso, o términos generales y abstractos que no captan la esencia de lo que quiero compartir?

VOCABULARIO PARA RESUMIR LA ACCION DE UNA OBRA

· a manera de ilustración se analizarán (dos, cinco) aspectos
· el autor es un (químico, prosista, deportista) conocido principalmente por...
· el propósito fundamental del autor es...
· el valor de la obra reside en...
· en conjunto, la obra de... se caracteriza por...
· la acción se reduce a lo siguiente:
· la obra consta de (número) (capítulos, partes, estrofas)
· la postura fundamental que aquí se asume es...
· la trama puede resumirse como sigue:
· uno de los rasgos característicos es...
· otro rasgo sumamente notable es...
VOCABULARIO PARA COMENTAR
· estribar en, radicar en: Las dificultades críticas estriban en la estructura del poema.
· hacer hincapié (en), hacer resaltar, rayar, recalcar, subrayar: Los símbolos hacen resaltar la futilidad de las acciones.
· advertir, apuntar, señalar, indicar: El fracaso de sus relaciones con su hijo señala un problema más agudo.
· vincular (con), relacionarse (con): Estas características están vinculadas con el abandono que experimentó durante su niñez.
· suscitar, provocar: El carácter del protagonista suscita enormes dificultades para el lector.
· poner en duda: La repetición de estos elementos ponen en duda su interpretación.
· rechazar, descartar, invalidar: Es necesario descartar esos argumentos: no concuerdan con la evidencia.
· abarcar, incorporar, incluir: Las nuevas teorías abarcan mucho más evidencia que las antiguas.

Piénsalo...
1–En esta clase, vas a redactar muchos ensayos argumentativos sobre novelas, cuentos, poemas, etc. Siempre debes empezar a leer el texto cuanto antes para tener suficiente tiempo para pensar en él con cuidado antes de preparar el borrador de tu ensayo. Toma apuntes sobre el texto en tu cuaderno. ¡No lo dejes para la última hora!
2–Como ya se ha observado, a pesar de su nombre, que a veces puede interpretarse como indicio de algo beligerante, el tono del ensayo argumentativo no es ni agresivo ni antagónico. De hecho, es probable que el ensayo que reúna estas características será poco efectivo en persuadir al lector. Otro nombre que se aplica al ensayo argumentativo es ensayo persuasivo.
3–¿Cómo sabes si un suceso es importante o no? No puedes saberlo si lo ves aislado; tienes que verlo dentro del contexto de toda la obra. ¿Hay otros sucesos o aspectos del texto que se relacionen? ¿Cambia el curso del cuento este suceso por sí mismo? ¿Conducen a este suceso otros elementos del texto?
4–Toda obra literaria representa un reto para sus lectores. Si tienes dificultades en entender un texto, ¡vas por buen camino! Válete de esa dificultad para ayudarte a hallar la tesis de tu escrito. Lo que no entiendes, lo que parece no tener sentido, es tu punto de partida. Buscando la manera de desenredar lo que no está claro y resolver el problema que tienes con el texto es el proceso que te permite conferirle sentido. Y cuando hayas logrado esto, habrás identificado tu tesis.
5–Cuando escribes un ensayo (ya sea explicativo o argumentativo) sobre cualquier tema dado, es muy probable que tengas que hacer varias lecturas preliminares e investigaciones con el objeto de hallar información adicional y detalles para incluir en tu ensayo. Cuando escribes un ensayo argumentativo sobre literatura, ya mencionamos que no es absolutamente necesario investigar lo que los críticos literarios han dicho acerca de la obra. La investigación que sí es crucial requiere que leas el texto detenidamente más de una vez. Son muy pocas las reglas inquebrantables acerca de la lectura y comentario escrito sobre literatura, pero éstas son dos de ellas: leer el texto detenidamente y leer el texto más de una vez.
6–Cuando descubres tu tesis por primera vez--especialmente si te tomó esfuerzo lograrlo--podrías sentir la tentación de creer que el trabajo está hecho. Pero muchos escritores se encuentran con que la tesis cambia y evoluciona todavia más mientras van trabajando en su ensayo. Tienes que estar seguro, al final, de que la tesis y la evidencia todavía encajan la una con la otra, y tienes que estar dispuesto a cambiar la una o la otra si ya no están de acuerdo.
Debes desarrollar tus habilidades como lector cauteloso y crítico. Estas son las mismas habilidades que necesitas para escribir ensayos argumentativos exigentes: tienes que ser un lector crítico y aun escéptico de lo que tú mismo escribes para poder localizar y corregir posibles debilidades en tu argumento.
7–Cuando los lectores se encuentran con dificultades para entender un ensayo, con frecuencia el problema se debe al uso que el escritor hace en la tesis de un «lenguaje personal». Los síntomas más comunes son el empleo de términos muy generales y la carencia de un contexto específico: por ejemplo, declaraciones que son tan generales que se pueden aplicar a cualquier obra. Puedes evitar algunos de estos problemas teniendo cuidado de eliminar de tu ensayo el uso de un lenguaje personal y, particularmente, eliminándolo de la tesis.
Recuerda lo siguiente: Durante una conversación, si una persona le explica sus ideas a otra, el que escucha puede interrumpir y hacer preguntas en cualquier momento si el que habla usa un lenguaje o terminología poco clara. Por otra parte, cuando se escribe, parte de la tarea del escritor es anticipar las necesidades del lector y reconocer cualquier expresión o palabra que sea parte de un «lenguaje personal». En la redacción, el lenguaje personal incluye expresiones o frases que pueden ser significativas para el escritor por sus experiencias previas o por su conocimiento del tema, pero ambiguas o incluso confusas para el lector.
El proceso de identificar el «lenguaje personal» en lo que se escribe puede ocurrir en el mismo momento en que se empieza a generar ideas o después de que se haya empezado a escribir el borrador. Es útil aclarar cada ejemplo que se encuentre de este lenguaje personal, amplificándolo por medio de una explicación detallada de lo que se desea comunicar, de una lista de ejemplos específicos o de una definición. Esta ampliación de la prosa le ayuda a veces al escritor a identificar los aspectos débiles de su argumento: es posible que las implicaciones de algún vocablo determinado vayan más allá de lo que realmente se puede sostener con la información que se tiene. Generalmente la clarificación del «lenguaje personal» le es útil al escritor ya que le permite reunir más datos sobre el tema que trata, datos que puede incorporar en versiones revisadas del escrito.

miércoles, 28 de marzo de 2007

Se suspende clase del 28 de las 17:00 horas.

La clase del jueves 28 de marzo, que se realizaría entre las 17:00 a las 18:30 horas, se suspende para asegurar retorno de los estudiantes a sus hogares; las dos secciones previas tendrán clases. En su reemplazo se recomienda la lectura del artículo que se adjunta, cuyo links es http://www.ub.es/geocrit/sv-86.htm


LA DIMENSIÓN TEMPORAL EN LA CONFORMACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO (LEYENDO A MILTON SANTOS) Texto publicado en VV.AA. Lecturas Geográficas. Homenaje a José Estébanez Álvarez, en la colección Homenajes de la Universidad Complutense. Madrid: UCM, 2000, p. 567-579.

Miguel Panadero Moya
Universidad de Castilla-La Mancha


RESUMEN
La noción de tiempo como elemento constitutivo del ser de la Geografía Humana es una constante de las preocupaciones del pensamiento científico de Milton Santos. Este autor en su propósito de desentrañar la naturaleza del espacio que es objeto de la geografía, dedicó a esta cuestión numerosos capítulos de su amplia producción bibliográfica. Una selección de esos textos es acotada aquí para mostrar de forma integrada la evolución de sus reflexiones sobre la dimensión temporal del espacio geográfico, las dificultades de su comprensión y los avances conseguidos para que pueda ser estudiada de forma sistemática.
Palabras clave: Milton Santos, pensamiento geográfico, espacio y tiempo, geografía humana
Key words: Milton Santos, geographical knowledge, space and time, Human Geography
«Si las ideas no se renuevan, es que sus autores están atrasados. Si estos autores disponen de audiencia, no sólo se atrasan ellos, sino que arrastran en el atraso a sus seguidores.» (Santos, 1982:137).
No se puede decir del autor de la anterior cita que sea inconsecuente. Su reflexión sobre la disciplina que practica, explicitada a través de una extensa producción científica que llena toda la segunda mitad del siglo XX,ha sido constante en todo ese tiempo, situándole indiscutiblemente entre los grandes maestros de la ciencia geográfica contemporánea. Una de las nociones que aparecen con mayor frecuencia en sus planteamientos sobre el objeto y el método de la Geografía Humana es la de tiempo. A esclarecer su significado ha dedicado insistente atención durante los últimos veinticinco años, sin que el tema, a pesar del interés que ha puesto en él, le parezca que pueda estar definitivamente resuelto.
Prueba es su advertencia, en 1996, de la insatisfacción que le seguía produciendo el manejo de «la famosa unión espacio-tiempo, mediante la consideración de la inseparabilidad de las dos categorías» o su reconocimiento de que la clarificación del concepto está lejos de conseguirse dado que, a pesar de los reiterados intentos de demostrar otra cosa, «el tiempo aparece en la práctica separado del espacio, incluso cuando se afirma lo contrario». Quedan, en su opinión, importantes cuestiones por resolver. Aunque la «idea de período y de periodización -escribe- constituye un avance en la búsqueda de esta unión espacio-tiempo», persiste la incertidumbre; los elementos esenciales del problema, lo que considera «la cuestión constitutiva, continúa siendo una laguna» (Santos, 1996:16), y de los adelantos logrados, sólo puede añadirse que el «tratamiento de la cuestión del tiempo en los estudios geográficos ya no es un tabú, pero atestigua, aún, una cierta debilidad conceptual» (1996:41).
1.TIEMPO Y ESPACIO
Pero vayamos al principio. Con el propósito de contribuir a la producción de una teoría social crítica, que responde al deseo explícito de clarificar el objeto de la ocupación de los geógrafos, Milton Santos se planteó, desde hace ya varias décadas, trabajar con las nociones fundadoras del ser del espacio. Una de éstas, precisamente, es la categoría «tiempo». A ella se ha referido en numerosas ocasiones, ya desde los años sesenta; en esa fecha temprana formularía su primera propuesta presentándolo como «tiempo espacial» y sugiriendo el uso de las «periodizaciones históricas» como instrumento apropiado para afrontar el tratamiento del espacio en términos de tiempo. Así lo evocará mucho después, en las vísperas del cambio de siglo, recordando que los años sesenta y setenta marcaron un progreso considerable en cuanto a la búsqueda de explicaciones geográficas incluyendo la noción de tiempo y mostrando su inquietud por el método, ámbito en el que tiene su sitio preferente la mencionada noción de «tiempo espacial»1.
M. L. Silveira (1996), en un encarte especial del boletín de la Asociación de Geógrafos Brasileños que coincidió con la celebración del septuagésimo aniversario del geógrafo de cuyos planteamientos nos ocupamos, se refiere precisamente a este libro de 1971, Le métier du Géographe en Pays Sous-développés, como una de sus principales elaboraciones teóricas sobre método2. Ese mismo carácter le confiere a esa obra también su autor, en respuesta a las preguntas que se le formulan por el editor de dicho boletín, en la misma ocasión, acerca del texto por el que debería empezar sus lecturas quien pretenda iniciarse en el conocimiento de su obra científica3.
Desde entonces la noción de tiempo en los estudios geográficos es analizada por Milton Santos con distintos enfoques. Sus planteamientos sobre esta cuestión se pueden seguir en su extensa bibliografía, que cuenta con cerca de cuatrocientos títulos4,donde se advierten variaciones múltiples. La que aparece citada en las referencias de este artículo pueden servir de ejemplo y guía para un estudio del tema que tratamos5. La noción inicial de «tiempo espacial» (1971, 1978) aparece también con otros enunciados en diversas ocasiones; como «relaciones espacio tiempo» (1994), como «espacio-tiempo» (1976), como «enfoque espacio-temporal» (1978, 1985), como «tiempo-espacio» (1994, 1996), y tal vez como «tiempo igual a espacio» (1982); y desde un planteamiento relacional, como «sistemas espacio-temporales» (1974), como «sistemas de tiempo y sistemas de espacio» (1976), o como «sistema temporal» (1985).
En su propósito de objetivar el tiempo, confiriéndole la categoría de «variable geográfica» (1978), en una primera etapa el geógrafo brasileño dedica su reflexión al «tiempo real» (1971, 1975, 1982), al «tiempo histórico» (1975), al «tiempo objetivo» (1976) y al «tiempo presente» (1977). Después, en una fase inmediata posterior, califica diferentes aproximaciones al estudio de esta noción que considera constitutiva del objeto de la Geografía, como «tiempo acumulado» (1974, 1976, 1978, 1979), distingue tiempos «externo e interno» (1976, 1979, 1996), la existencia de un tiempo «general o del mundo» (1994, 1996), la dialéctica entre tiempos «rápidos y lentos» (1996) y la concreción de un «tiempo empírico» (1978, 1987, 1994, 1996). Es de esta forma como puede realizarse la inexcusable tarea de establecer «periodizaciones» (1985, 1988, 1996) que nos permiten aprehender el significado del espacio del hombre como objeto de la Geografía Humana, y en las que tienen una función determinante los enfoques relacionales «tiempo y lugar» (1994), «tiempo y división del trabajo» (1996), el tiempo como «evento» (1996), y «técnicas y tiempo» (1994, 1996).
En el breve espacio de este artículo no es posible detenerse en todos los enfoques citados; hemos de limitarnos sólo a algunos de ellos: a la relación entre tiempo y espacio, y a las ideas que probablemente inspiraron el pensamiento «crítico» de su autor sobre ese tema.
2.LOS TIEMPOS ESPACIALES
En sus planteamientos de 1971, pioneros de aproximaciones posteriores6, el motivo que inspira la reflexión del autor se deriva de su interés en establecer las diferencias entre «espacio geográfico» y «espacio económico». Los encuentra definidos tanto por ritmos y formas, es decir, combinaciones cuantitativas y cualitativas de un cierto número de variables que distinguen a uno del otro, como por «la dosificación de tiempos, esto es, de ritmos y desarticulaciones». Esta referencia a la variable tiempo, escrita en plural porque, contemplada según su significante cronológico, es empleada por cada una de las ciencias sociales a la conveniencia de sus diferentes objetivos, permite introducir al lector en la noción de tiempo real, un tiempo en el que se contienen los enfoques de todas las disciplinas7.
En un paso más, introduce varias cuestiones. Primero, la que después conformará el concepto de «periodización», al plantear que cada parte del espacio, cada «subespacio -escribe- comporta equipamientos y actividades de diversas épocas. Puede ser que un subespacio sea, desde este punto de vista, redividido en otros subespacios dotados de una relativa homogeneidad, y así en adelante. Es una cuestión de escala. Habrá siempre, y en todos los grados, diferenciaciones8 que aprehender y analizar» (1978:64); y esas diferenciaciones son, precisamente, las que permitirán distinguir los períodos cuya huella aparece en las formas que definen el espacio geográfico. A continuación propone el tema de la diversidad de tiempos y su contribución a la configuración del espacio, que no puede ser definido fuera de su propia estructura y organización, y cuya definición tiene que tener en cuenta dos nociones: «la de la multiplicidad de tiempos y la de las rugosidades del espacio, siendo éste la expresión actual de una acumulación de tiempos reales». Por último, que cuando nos enfrentamos con el objeto de estudio de la Geografía Humana resulta «inútil disociar lo que constituye un sistema o imaginar que una realidad definida encima de todo por su coherencia pueda ser objeto de... un abordaje fragmentario...». Por el contrario, se trata de una especie de investigación «del tiempo espacial que viene a ser una síntesis permanente, el resultado de una acumulación, permitiendo distinguir las diferentes porciones de la superficie del planeta, con sus estructuras y comportamientos propios» (Santos, 1978:63-64).
3.EL TIEMPO EN LA FILOSOFÍA
Estos planteamientos iniciales responden a la preocupación de una línea de pensamiento muy extendida en su época sobre las relaciones entre la Geografía y el marxismo como ideología o como método (Santos, 1974; Oliveira, 1982). Esta otra cuestión, de la que se habían ocupado ya en diversos momentos pensadores del mismo campo científico hacia 1970, posicionaría a nuestro autor entre quienes negaban que las categorías de pensamiento marxista debieran tenerse como innovaciones en Geografía. Todo ello sin perjuicio del interés y la utilidad de sus planteamientos metodológicos para el análisis de las desigualdades, que «generan una alienación social y económica, con importantes efectos en la organización del espacio», y, entre otras cuestiones no menos relevantes, le permitirían proseguir en la búsqueda de soluciones para el problema que presentaba el poder «interpretar el presente significado del espacio en términos de tiempo acumulado...» (Santos, 1974 y 1980:81-96).
En un artículo posterior (Santos, 1975) volvería a retomar el mismo argumento preguntándose si al tratar el tema de la dominación económica y social en el espacio había seguido o no la óptica marxista. Después de citar a Harvey (1973), en el que ejemplificaba el caso de quienes creyendo en la posibilidad de una teoría del espacio «no reconocerán el marxismo como el único método capaz de unificar las disciplinas», y a Lefèbvre (1966, 1972, 1974), quien pensaba que «los conceptos elaborados por Marx son necesarios e insuficientes para entender la realidad humana un siglo más tarde», Milton Santos concluirá que las nuevas condiciones históricas, surgidas después de la Segunda Guerra Mundial, dejaron sin sentido cualquier estudio que, pretendiendo basarse en Marx, intentase reinterpretar sus ideas sin tener en cuenta la renovación de las categorías históricas. De este modo obligaba a tomar en consideración no tanto el tiempo histórico, como el tiempo «real». Es de éste, precisamente, del «tiempo real», al que se había referido en 1971 como integrador de los «tiempos teóricos» de las distintas disciplinas de las ciencias sociales, del que parte ahora «para aprehender en su praxis el espacio conforme él se presenta en nuestro tiempo, realidad y proceso» (Santos, 1975, 1978:18-19).
Por su parte, es también muy importante en este punto la contribución de Oliveira (1982) incluida en un libro colectivo, en el que también intervino Milton Santos como organizador y autor (Santos, 1982), dedicada a facilitar la comprensión de las categorías espacio y tiempo desde los planteamientos del materialismo dialéctico. Enumera aquél las aportaciones de la filosofía de la ciencia sobre esas nociones, con sus diferentes posiciones enfrentadas. Por un lado, la opinión de los «materialistas», como Newton, que defendía la realidad objetiva de la materia moviéndose en el espacio y el tiempo y partía del supuesto de que el primero tiene tres dimensiones y el flujo del tiempo una sola dimensión y una sola dirección9. Esa tesis sería contestada después por la de los filósofos «idealistas». Entre estos otros se encontraban quienes negando los supuestos anteriores, defendían, como Kant, una concepción subjetivista del espacio y el tiempo, categorías a las que atribuía sólo la condición de formas de percepción sensorial10.
A su vez, para el materialismo dialéctico el concepto filosófico de tiempo se situaría en la órbita de los primeros, y, como escribe Oliveira, «expresa la propiedad general de los procesos materiales de ocurrir uno después de otro en determinada secuencia, de poseer duración y desenvolverse por etapas, fases, etc.»11. Para quienes se sirven del citado método de análisis la esencia del tiempo es, precisamente, «la duración y el flujo». Estas propiedades determinan que al existir en el espacio y en el tiempo «cualquier fenómeno es simultáneamente extenso y limitado por otras extensiones; dispuesto en orden, permanece y a la vez se modifica» (Oliveira, 1982:93).
Las aportaciones de la teoría de la relatividad, finalmente, crearían un nuevo escenario. De acuerdo con ese otro marco teórico, «el espacio y el tiempo no se modifican aisladamente, sino en indisoluble lazo uno con otro. Esta ligazón es tan estrecha, que ambos forman un todo inseparable, y el tiempo asume como el papel de una cuarta dimensión, complementaria de las tres dimensiones del espacio. Con otras palabras, la idea fundamental contenida en la teoría de la relatividad es la revelación de la unidad de la materia y de las formas generales de su existencia: el movimiento, el espacio y el tiempo» (Oliveira, 1982:107).
De esta última idea parte la conclusión de que con relación al mundo se debía operar no con nociones separadas de espacio y de tiempo, sino con una única noción del espacio y del tiempo, una relación espacio-temporal única, un continuo de cuatro dimensiones, que es producto de la predicada característica espacio-temporal de los acontecimientos, en su diversidad tetradimensional. Con la teoría de la relatividad se establecía también la interdependencia de las características espaciales y temporales por cuanto «en virtud de la relación profunda, orgánica y universal, existente entre el espacio y el tiempo, tiene que existir en la materia en movimiento una forma única de existencia: el espacio-tiempo» (1982:107). De este modo, eliminando la separación entre espacio y tiempo, ese mundo considerado tetradimensional permitiría describir los acontecimientos de tal modo que se hiciese posible «descubrir de manera más profunda y completa que antes, su estructura espacio-temporal» (Oliveira, 1982:108).
4.EL ENFOQUE ESPACIO-TEMPORAL
Los trabajos publicados en la segunda mitad de los años setenta por Milton Santos presentan el resultado de sus análisis sobre el tema con un mayor acento sobre los enfoques relacionales. Una de las referencias más explícitas de su interés por desentrañar el alcance de la categoría «tiempo» en los estudios geográficos, en estos momentos, procede de un artículo publicado por el autor en 1976. Sus planteamientos de esta ocasión fueron desarrollados con algunas aportaciones nuevas dos años más tarde en Por uma geografía nova. En ambos lugares, después de advertir que la introducción de la noción de tiempo en los estudios geográficos no es nada nuevo, muestra su descontento con los avances logrados sobre esta cuestión, recordando que «la noción espacio-tiempo como categoría geográfica de análisis ha estado sujeta a confusiones y no ayuda a seguir adelante en los análisis espaciales...», y también que la citada «idea de espacio cuatridimensional... refuerza la noción de espacio relativo, esto es, el espacio como sistema de relaciones o campo de fuerzas, y obliga a considerar el tiempo como una dimensión espacial». En un paso adelante propone con rotundidad que ese juicio determina que «la noción de tiempo debe ser definida en el contexto del espacio geográfico y no geométrico. Pero, sobre todo, exige que el tiempo se haga objetivo». Y, en resumen, obliga a que el concepto de tiempo sea «mensurable; tiene que convertirse en variable, una variable geográfica» (Santos, 1976:18).
En páginas siguientes, el autor se refiere al tiempo con un enfoque similar, distinguiendo ahora entre «sistemas de tiempo y sistemas de espacio»12. Señala que el problema que representa el análisis de la producción del espacio no puede realizarse sin establecer antes unas premisas esenciales, que tienen que ver con la idea de periodización ya anunciada; en primer lugar, el carácter relativo, concreto y divisible del tiempo13, que permite establecer parámetros mensurables susceptibles de ser considerados según sus interrelaciones, con lo que se pueden identificar «verdaderos sistemas de tiempo»; y seguidamente, que las relaciones entre los períodos históricos y la organización espacial también pueden ser analizadas del mismo modo, y que a través de ese análisis podemos hallar «sistemas espaciales siguiéndose sucesivamente... » (Santos, 1976:20). Estas proposiciones, con sus corolarios y aclaraciones14, facilitarán la consolidación de una idea que será repetidamente enunciada en los próximos años, una noción básica de su construcción teórica, la de que el espacio «es el resultado de una acumulación desigual de tiempo»: (Santos, 1976: 20-21; 1982:3; 1990:225-226).
Ampliando los términos de su reflexión sobre la noción del tiempo en los estudios geográficos, en 1978 el autor volverá a referirse al enfoque espacio- temporal15, a las dificultades que conlleva su empleo en el análisis espacial, a las posibilidades que se abren con la noción de espacio cuatridimensional, y a la antigua propuesta de «tiempo espacial» (Santos, 1978:226-227). Ahora, no obstante, las anteriores propuestas aparecen asociadas a elementos nuevos, a las categorías de «tiempo empírico» y de «lugar», ambas de gran importancia para su teoría de la Geografía Humana. Las dos tendrán su desarrollo en los trabajos posteriores, y aunque merecerían nos ocupásemos de ellas, no podremos dedicarles nuestra atención en esta ocasión.
En cuanto al enfoque espacio-temporal, en un nuevo enriquecimiento de sus anteriores planteamientos, volverá en 1979 a recuperar la calificación de los objetos geográficos como formas. En una larga y precisa cita, se refiere a su cambiante significado a través de la Historia, a su carácter de tiempo acumulado, a la función que ha cumplido la evolución de la división del trabajo en su configuración presente, para concluir afirmando que tiempo y espacio se encuentran entrelazados y se mueven en el mismo sentido, compartiendo continuidades, rupturas e irreversibilidad. De ahí que, si tomado aisladamente el tiempo es sucesión, el espacio deba ser entendido como acumulación, «justamente una acumulación de tiempos»16 (Santos, 1979). El camino a la equiparación de las dos nociones parecía despejado, cuestión sobre la que regresaría en la primera mitad de la década de los ochenta con nuevas formulaciones.
5.TIEMPO IGUAL A ESPACIO
En efecto. En Algunos problemas actuales de la contribución marxista a la Geografía (Santos, 1982), el autor dejaba constancia de nuevo de su distanciamiento de los dogmatismos, contraria a «la congelación de los conceptos», pero dispuesta a servirse de lo esencial, como la categoría de «lo real-total», de la que se debía partir para «conjurar todo riesgo de ceder a la ideología», y partidaria del método, de la dialéctica, para «llegar a la reconstrucción de la génesis». Con ese fin reclamaba que el tiempo y el espacio no apareciesen como categorías aisladas, afirmando a la vez que ambas nociones sólo eran válidas cuando «tiempo es igual a espacio, a través del tiempo real de las sociedades hecho empírico por la praxis»17(Santos, 1982).
La dimensión temporal volvería a ser recuperada en 1985.Recordaba entonces que su introducción en el estudio de la organización del espacio incluía consideraciones a diferentes escalas (una de éstas era la escala mundial), al presentar una revisión de algunos resultados de una investigación anterior sobre el papel de las fuerzas «externas» en la formación del espacio en el Tercer Mundo, que había sido dirigida por el autor durante su pasada etapa parisina y publicada entonces en una versión preliminar18. La proposición de que la noción de espacio es inseparable de la idea de sistemas de tiempo y que la acción de las diversas variables depende a cada momento de la historia de las condiciones del correspondiente «sistema temporal» servirá para recordar la importancia de las periodizaciones y su fundamento, e incluso para efectuar un ejercicio concreto con su aplicación práctica a partir de la identificación de las sucesivas modernizaciones de los países subdesarrollados19.
Este enfoque sería desarrollado en 1988, una vez más, y presentado como fundamental porque le permitiría «definir y redefinir los conceptos», una de sus preocupaciones esenciales. Con él podemos proceder a la fijación del tiempo en las formas que constituyen el espacio, propondría, a la vez que «autoriza la empirización del tiempo y del espacio en su conjunto. En realidad, nuestro gran problema no es empirizar el espacio, que también está formado por cosas materiales y tangibles, sino empirizar el tiempo y el espacio al mismo tiempo». Recuperando para el análisis geográfico el pensamiento de Einstein, para quien el espacio y el tiempo eran simultáneos a la vez que equivalentes, un planteamiento que califica de extraordinaria aportación epistemológica, afirmará que «tiempo es espacio y espacio es tiempo. Para trabajarlos conjuntamente y de forma concreta tienen que empirizarse, y esta empirización es imposible sin la periodización. Es a través del significado particular especifico de cada segmento de tiempo, como aprehendemos el valor de cada cosa en un momento concreto» (Santos, 1988:82).
6.LAS ÚLTIMAS APORTACIONES: EL «ESPACIO-TIEMPO»
En la presente década, el autor insistirá en formular cuestiones que considera como renovados desafíos a la constitución del saber geográfico, atendiendo a las nuevas realidades y en relación con sus enfoques posibles. En 1994 advertía que como los períodos históricos están delimitados por el advenimiento de condiciones técnicas nuevas, y como las denominadas relaciones espacio-tiempo cambian necesariamente en cada uno de ellos, a partir del estado y definición actuales de la ciencia, de la técnica y de la información, tenemos una vez más la posibilidad de «redefinir tiempo y espacio». Sugiere que, pensando en la técnica, podríamos definir el tiempo y el espacio a partir de los mismos elementos, adoptando idénticos parámetros, y de ese modo lograríamos suprimir «ese guión entre espacio y tiempo» y considerar los dos conceptos «como una realidad unitaria, un espacio-tiempo, para así crear la oportunidad de construir una teoría geográfica válida» (Santos, 1994:19). La misma preocupación epistemológica le guía para añadir que el tiempo no suprime el espacio, sino que, al contrario, se realiza por el espacio, y, desde otra perspectiva, citando a E. Soja (1989), llevarnos a la noción de «espacialización»20; ésta «no es el espacio, sino solamente la forma con que la temporalización práctica se da sobre un espacio ya constituido, para convertirlo en otro espacio». Así, mediante la asociación entre «la temporalización práctica y la espacialización práctica», es como los conceptos de tiempo y espacio «se confunden en el concepto de tiempo-espacio», proporcionándonos la percepción de tal fusión «un avance epistemológico dentro de la disciplina geográfica» (Santos, 1994:23).
Finalmente, en una tarea sintetizadora de tantos esfuerzos anteriores, en 1996, asociará el concepto de técnica al de tiempo dentro de su propósito de establecer la equivalencia entre las dos viejas nociones de tiempo y de espacio, esa cuestión esencial de la metadisciplina que busca insistentemente. Tiempo, espacio y mundo, escribe, «son realidades históricas que deben ser mutuamente convertibles, si nuestra preocupación epistemológica es totalizadora»; y añadirá: «En cualquier momento, el punto de partida es la sociedad humana en proceso, esto es, realizándose. Esa realización se da sobre una base material: el espacio y su uso; el tiempo y su uso21; la materialidad y sus diversas formas; las acciones y sus diversas fisonomías... Así empirizamos el tiempo, haciéndolo material, y de ese modo lo asimilamos al espacio, que no existe sin la materialidad22» (Santos, 1996:44).
La ansiada fusión de ambas categorías le parecerá ahora posible; es por intermedio de las técnicas, capaces de empirizar el tiempo, escribe, que el hombre realiza, en el trabajo, esa unión entre espacio y tiempo. Las técnicas, dice, incluyen tiempo, cualitativamente y cuantitativamente; son una medida del tiempo... La técnica, concluirá, es, además, un dato constitutivo del espacio y del tiempo operacionales y del espacio y del tiempo percibidos... «Ella podría, así, ser esa buscada referencia común, ese elemento unitario, capaz de asegurar la "equivalencia" tiempo-espacio» (Santos, 1996:44-45).
Para concluir, debemos referirnos a un nuevo concepto: el de «evento» (Santos, 1996). El autor profundiza en su propósito de contribuir a la formación de la Teoría Social, alentando una preocupación ontológica que considera indispensable para identificar la naturaleza del espacio, el objeto de la Geografía Humana, y para establecer las categorías de estudio que permitan analizarlo correctamente. Técnica y tiempo se asocian aquí. El tiempo es una de esas nociones fundadoras del ser del espacio que pueden ayudarnos a encontrar su buscada ontología. Las técnicas, por su parte, son un conjunto de medios instrumentales y sociales, con los cuales el hombre realiza su vida y, a la vez, crea espacio. La noción de técnica como algo donde lo «humano» y lo «no humano» son inseparables permite empirizar el tiempo, y así se encuentra con la noción de medio geográfico. Y compete a los «eventos», expresión del tiempo, añade, constituirse en vectores de esa metamorfosis, uniendo objetos y acciones, es decir, los elementos que constituyen el espacio. Y así llegamos al final. Ahora, cuando anotamos la referencia a la dimensión temporal, ya «no se trata de un tiempo sin nombre, sino de un tiempo empirizado, concreto, dado exactamente a través de ese portador de un acontecer histórico que es el evento». Se ha adelantado bastante, cree el autor, y «la tan buscada unión entre espacio ytiempo aparece más próxima de ser tratada de forma sistemática en geografía» (Santos, 1996:15-22), después de haber realizado tan saludable ejercicio de renovación de las ideas, sin duda conveniente y necesario para el avance del conocimiento como anotamos páginas atrás, al comienzo de nuestra introducción.
7. NOTAS
1 Sus primeras referencias corresponden a esa etapa: «Sin duda, a cada sistema temporal el espacio cambia. ¿Cómo superar esa constatación de orden general y obtener los recursos analíticos de tratamiento de casos específicos? Una primera respuesta se obtiene con la construcción no sólo de una periodización a escala del mundo, sino con la elaboración de otras periodizaciones a escalas menores, actuando, a su vez, sobre escalas espaciales más inferiores. Nuestra propuesta de un "tiempo espacial" (1971) estaba basada en un ejercicio de esa naturaleza» (Santos, 1996:42-43).
2Véase SILVEIRA, M. L. (1996): «Milton Santos: uma obra, uma teoría", en AGB INFORMA, n.° 62, p. 10.
3«Yo creo -responde el entrevistado- que es por "El trabajo del geógrafo en el Tercer Mundo"... Aquel libro es un manifiesto contra la Geografía que calificaba como viuda del espacio. Era la forma de decir a mis colegas que luchaba contra eso... Escribí durante la huelga del 68, en Burdeos... Creo que allí está mucho de lo que he hecho después» (Faria y Lima, 1996:18).
4 En DE SOUZA, M. A. A., Org. (1996): O mundo do cidadão, um cidadão de mundo, Hucitec, São Paulo, p. 520, la autora incluye una relación de las publicaciones de Milton Santos: 44 libros, 14 publicaciones menores, otras 14 corno editor, 46 capítulos en libros colectivos, 11 prefacios, introducciones y presentaciones de libros, además de 231 artículos.
5 A esas referencias bibliográficas sobre la noción de tiempo en los estudios geográficos, que figuran al final de este artículo, se deben añadir también, según apunta el propio autor (1979:36-54), sus trabajos en «Modernisations et Espace Derivés», Revue Tiers Monde, n.° 52, Press Universitaires de France, 1972; en La Noción de Espacio, Cooperativa de los Estudiantes en Geografía, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela, 1978, y en «A divisão do trabalho social como uma nova pista para o estudo da organização espacial e da urbanização nos países subdesenvolvidos» (doc. 5. ° Encontro Nacional de Geógrafos, Associação dos Geógrafos Brasileiros (jul. 78), Universidade Federal do Ceará).
6Santos, M. (1971): Le Métier du Geógraphe en Pays Sous-développés, Ophrys, París. Las referencias del texto proceden de la edición brasileña, en Santos, 1978: 0 trabaiho do geógrafo no Terceiro Mundo. Hucitec, São Paulo.
7«El espacio -escribe- integra todos esos tiempos, proporcionándoles una base concreta... Su originalidad nace exactamente de que las combinaciones de tiempos particulares están marcadas fuertemente por el elemento geográfico, donde todos esos «tiempos teóricos» se integran para dar lugar a una especie de tiempo "real", la dimensión tanto histórica como geográfica, económica, sociológica y política» (Santos, 1978:63).
8El subrayado es nuestro, lo mismo que los otros que siguen.
9 El tiempo es, para Newton, «continuo, en el sentido de que las leyes del movimiento no cambian de aspecto con el transcurso del tiempo...», «del mismo modo es isotropo en el sentido de que las leyes del movimiento permanecen invariables durante la reversión del flujo del tiempo» (Oliveira, 1982:78).
10 El punto de vista kantiano y su concepción subjetivista del tiempo puede ser sintetizado, con palabras del propio autor, como: «a) el tiempo no es algo que exista por sí solo o pertenezca a las cosas como una cualidad objetiva.., y b) el tiempo no es nada más que una forma de sensibilidad interna, lo que equivale a decir del proceso de percepción práctica de nosotros mismos y de nuestros estados interiores» (Oliveira, 1982:79).
11 El autor citado recupera la idea anterior de que «entre las particularidades específicas del espacio y del tiempo tenemos que el espacio, como forma de ser de la materia, tiene su carácter tridimensional, o sea, todo cuerpo material poseyendo tres dimensiones.., puede moverse en tres direcciones recíprocamente perpendiculares. Al contrario, el tiempo posee sólo una dimensión, o sea, los cuerpos sólo pueden moverse en una única dirección, del pasado para el futuro, o, con otras palabras, el tiempo es irreversible, fluye sólo para adelante, lo que le imposibilita volver al pasado» (Oliveira, 1982:93).
12 Esta propuesta será reproducida también, después, en Por una Geografía nueva (1978).
13 En términos literales: «El tiempo no es absoluto, es relativo; no es resultado de la percepción individual (subjetivo), es un tiempo concreto; no es un continuum, pero debe ser dividido en secciones, cada una con sus características específicas...» (Santos, 1976:21).
14 Concluye el autor: «Hay una coexistencia de muchos modos particulares y concretos de producción, pero en cada sistema temporal el modo de producción dominante en cada país es una expansión o reproducción del modo de producción dominante en su centro internacional... Al nivel del Estado, las opciones nacionales relevantes..., los éxitos económicos más significativos..., son como varios puntos de despegue para una nueva subdivisión del tiempo, un nuevo sistema temporal en la escala nacional con repercusiones en el sistema espacial del país» (Santos, 1976:21-23).
15«Todo lo que existe articula el presente y el pasado, por el hecho de su propia existencia. Por esta misma razón, articula igualmente el presente y el futuro. De este modo, un enfoque espacial aislado o un enfoque temporal aislado, son insuficientes. Para comprender una situación cualquiera necesitamos un enfoque espacio-temporal» (Santos, 1990:221-222).
16«Cualquiera que sea el instante en que las examinamos, las formas, tomadas aisladamente, representan una acumulación de tiempo; y su comprensión, desde ese punto de vista, depende del entendimiento de qué fueron las divisiones del trabajo pretéritas. Pero su valor sistémico, que es su valor actual y real, depende de la división del trabajo actual. Sería imposible pensar en evolución del espacio si el tiempo no tuviese existencia como tiempo histórico; e igualmente imposible imaginar que la sociedad se pueda realizar sin el espacio o fuera de él. La sociedad evoluciona en el tiempo y en el espacio. Tiempo y espacio conocen un movimiento que es al mismo tiempo continuo, discontinuo e irreversible. Tomado aisladamente, tiempo es sucesión, mientras que el espacio es acumulación, justamente una acumulación de tiempos» (Santos, 1979:42).
17«Que tiempo y espacio -había escrito- no aparezcan como categorías aisladas, ni se separe la esencia del proceso, de la función y de la forma...; no basta oponer forma y contenido, tenemos que tener en cuenta el tiempo que pasa y las funciones que cambian; la noción de espacio y tiempo sólo es válida cuando tiempo es igual a espacio, a través del tiempo real de las sociedades hecho empírico por la praxis» (Santos, 1982:133-136).
18La investigación se realizó en 1969-1971, en la Universidad de París (Institut du Developpement Économique et Social), y sus resultados fueron publicados en la Revue Tiers Monde, n.° 50, y. 13, París, Preses Universitaires de France, 1972, recuerda el autor en 1985.
19«A la escala mundial, se puede decir que cada sistema temporal coincide con un periodo histórico... En mi caso, el objetivo es el de encontrar a través de la Historia, secciones de tiempo en que, dirigido por una variable significativa, un conjunto de variables mantiene un cierto equilibrio, una cierta forma de relaciones... Estudiada desde este punto de vista, esa periodización es capaz de explicar la Historia y las formas... La periodización proporciona también la llave para entender las diferencias, de un lugar para otro, en el mundo subdesarrollado. El esquema que sigue está basado sobre el desarrollo, a escala mundial, de los sistemas espacio-temporales, a través de los cinco períodos citados y de su relación con las oleadas de innovación o modernización en los países subdesarrollados» (Santos, 1985:21-24).
20«El tiempo nos ofrece posibilidades que son virtuales en cuanto permanecen en la esfera de lo posible... Con la acción, las posibilidades virtuales se tornan realidades prácticas. La temporalización transporta, por la vía del trabajo, las posibilidades del Mundo a un Lugar. Es el proceso de espacialización» (Santos, 1994:23).
21 La idea de tiempo y espacio «usados» será utilizada por el autor en elaboraciones posteriores; véase SANTOS, M. (1997): «El territorio: un agregado de espacios banales», en PANADERO y CEBRIÀN, Orgs. (1999): América Latina: Lógicas locales, lógicas globales, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca; este libro se incluye también un importante análisis de F. Pillet titulado El espacio y la influencia de Milton Santos sobre el mismo tema.
22«La técnica entra aquí como un trazo de unión, históricamente y epistemológicamente. Las técnicas, de un lado, nos dan la posibilidad de empirización del tiempo, y, de otro lado, la posibilidad de una cualificación precisa de la materialidad sobre la que trabajan las sociedades humanas. Entonces, esa empirización puede ser la base de una sistematización, solidaria con las características de cada época» (Santos, 1996:44-45).

8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
FARIA, M., y LIMA, N. (1996): «Um ollar nos 70 anos», en AGB-INFORMA, 3.° trim.96, n.° 62 (encarte especial), São Paulo, pp. 12-18.
OLIVEIRA, A. U. DE (1982): «Espaço e tempo. Compreençao materialista dialética», en SANTOS, M. (Org.) (1982): Novos rumos da geografia brasileira, Edit Hucitec, São Paulo, pp. 66-110.
SANTOS, M. (1971): Le Métier du Geógraphe, Ophrys, París. Ed. brasileña en Santos, (1978): O trabaiho do geógrafo no Terceiro Mundo. Hucitec, São Paulo.
SANTOS, M. (1974): «Geography, Marxism and Undervelopment», en Antípode, vol. 6, n.° 3 pp. 1-9 (trad. al portugués: «Geografía, Marxismo y subdesenvolvimiento», en DE GUEMAO PÌNTO, J. M., Coord. (1980): Reflexoes sobre a geografía, edic. AGB. São Paulo, p. 81-96).
SANTOS, M. (1975): «Espace et domination: une approche marxiste», en Revue Internationale des Sciences Sociales, n.° 2; ed. brasileña en AGB.SRSP, (1978): «Espaço e dominaçao», en Seleçao de Textos, n.° 4, jun., pp. 3-27.
SANTOS, M. (1976): «Relaçoes espaço-temporais no Mundo Subdesenvolvido», en AGB. Seçao Regional de São Paulo, 1976; Seleçao de Textos, 1, pp. 17-23.
SANTOS, M. (1977): «O presente como Espaço» (conf. pronunciada con ocasión del 150 aniversario de la Universidad de Toronto), en SANTOS, M., 1982: Pensando o espaço do homem, Edit. Hucitec, Sáo Paulo, pp. 9-35.
SANTOS, M. (1978): Por uma Geografia nova, Hucitec, São Paulo, p. 240 (ed. española en 1990: Por una Geografía nueva, con prólogo de Joaquín Bosque, Edic. Espasa-Universidad, Madrid, p. 260).
SANTOS, M. (1979): Espaço e sociedade: ensaios. Vozes, Petrópolis, p. 156.
SANTOS, M. (1981): «Alguns problemas atuais da contribuçao marxista à geografía», en SANTOS, M. (Org.) (1982): Novos rumos da Geografia brasileira, Edit Hucitec, São Paulo, pp. 131-139.
SANTOS, M. (Org.) (1982): Novos rumos da Geografia brasileira, Edit Hucitec, São Paulo, p. 222.
SANTOS, M. (1985): Espaço e método, Edit. Nobel, Sáo Paulo, p. 90.
SANTOS, M. (1988): Metamorfoses do espaço habitado, Edit. Hucitec, São Paulo, p. 126 trad. española en SANTOS, M. (1996): Metamorfosis del espacio habitado, Ed. Oikos-Tau, Barcelona, p. 120.
SANTOS, M. (1994): «Los Nuevos Mundos de la Geografía» (discurso de aceptación de investidura Doctor «Honoris Causa» Universidad Complutense de Madrid, 8-11-94)», en Discursos correspondientes a las Investiduras de Doctor «Honoris Causa», Universidad Complutense, Madrid, 1995, pp. 15-25.
SANTOS, M. (1996): A natureza do espaço, técnica e tempo, razao e emoçao, Edit. Hucitec, São Paulo, p. 310.
SILVEIRA, M.L. (1996): Milton Santos, uma obra, uma teoría, en AGB INFORMA, nº 62. Sâo Paulo.
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